Uno de los constantes obstáculos para construir una vivienda suele ser la altura que alcance el edificio en cuestión. En muchas ciudades de todo el planeta la ley urbanística determina que en determinados lugares la altura de construcción no puede sobrepasar de determinados metros en vertical. Algunas veces, la restricción se debe a problemas del terreno, como puede ser arroyos subterráneos que convierten el suelo en un lodazal por la humedad que almacenan y que perjudica la cimentación donde se eleva la construcción. Otras, se debe a la cantidad de población que habita en un lugar y, al permitir edificios  a mayor altura, perjudica la calidad de vida de sus residentes, además de sobrepasa el número de habitantes por metro cuadrado.

Sea como fuere, en la ciudad de Toronto no se permite construir casas de más de dos plantas. Ello se debe a una de estas leyes urbanísticas que impide edificios a mayor altura por un posible crecimiento urbanístico en un futuro a medio plazo. Para ahorrarse una demografía exorbitante pero favoreciendo la habitabilidad en la zona más vieja de la ciudad, la ciudad sólo permite construir a esa altura, ya que la mayoría de las construcciones que quedan en pie corresponden a la zona histórica de la misma.

El estudio canadiense Batay-Csorba Architects ha elaborado un proyecto de construcción para favorecer la vivienda en esta área histórica de la ciudad, teniendo en cuenta esas peculiaridades constructivas que exigen desde el ayuntamiento de Toronto. Batay-Csorba Architects ha elaborado un modelo de vivienda que alberga un sótano y dos plantas en altura. De esta forma se cumple con la normativa de construcción en altura, pero se obtiene la ventaja de una tercera planta bajo el suelo.

La firma Batay-Csorba ha bautizado este proyecto como Triple Dúplex. El nombre le viene que ni pintado. La mayoría de los solares del casco antiguo tienen mucha profundidad de construcción. Esto es una baza a jugar por parte de los arquitectos. Su proyecto construye ampliamente en profundidad y permite obtener tres casas adosadas de tres plantas cada una.

Así, la planta sótano alberga un espacio para ocio, un par de dormitorios para invitados y un baño completo con ducha. Además, un pequeño patio sirve como lugar de juego para los niños. La planta de acceso se configura en torno al salón principal y en ella encontramos la cocina abierta, un comedor y el hall de entrada a la casa. En el último piso encontramos dos habitaciones, un segundo baño completo y un vestidor.

El ladrillo visto es el material predominante en este tipo de construcción. Sin embargo, las amplias cristaleras son las que permiten la entrada de luz al hogar, en la zona superior mitigada por las celosías en ladrillo que lo adornan. La madera está presente en toda la vivienda, otorgando ese grado de calidez que, en una ciudad como Toronto, se necesita para superar esos fríos inviernos.