La cultura del tatuaje está cambiando, cada vez vemos con más asiduidad como nuestro vecino, nuestro compañero del trabajo e incluso nuestro jefe tiene algún tatuaje, haciéndonos olvidar que estar tatuado no es sinónimo de vandalismo, pertenecer a una tribu urbana o ser un «macarra», sino que es una expresión artística más. Una tendencia que está cambiando a toda velocidad y que se refleja en listas de espera de reconocidos estudios de tatuaje de todo el mundo, considerando a sus artistas como auténticas figuras del arte contemporáneo actual. Shawn Barber es uno de estos ejemplos. Enamorado del tatuaje, Barber decidió centrar su pintura figurativa en reflejar el arte corporal.

Premiado con el B.F.A. de Ringling College of Art and Design en 1999 y A.A.S. y reconocido con honores por American Illustration, The Society of Illustrators y Communication Arts, Barber consiguió que su trabajo que hasta entonces se saltaba los cánones pictóricos, se renovara y reflejara una «realidad» que para muchos pintores de la actualidad estaba descartada, el tatuaje. Famoso por haber acercado el arte corporal a la pintura de alto nivel, Baber consiguió con su «particular» estilo que American Airlines, Converse, The New Yorker, la revista Rolling Stone o el Wall Street Journal se fijaran en él y contaran con su obra para sus campañas de marketing y portadas, catapultándole hacia un éxito seguro.

Shawn Barber abstract selfportrait

Shawn Barber abstract selfportrait

Jo Harrison nude - Shawn Barber

Jo Harrison nude – Shawn Barber

Durante años fue profesor de pintura, en los que además de impartir clases, daba conferencias y demostraciones en todo el mundo. Su obra está inspirada en sus viajes por Estados Unidos, durante las diferentes convenciones de tatuajes a las que acudía por curiosidad y conseguía fotografiar lo que más tarde conformaría su obra expositiva ‘Tattooed Portraits’. Una serie en los que la anatomia y un perfecto estudio del color y la forma, dotan a la obra de Baber de una calidad pictórica inigualable.

Su pasión por el tatuaje le llevó en 2009, junto a su novia (Kim Saigh), a abrir su estudio de tatuaje Memoir Tattoo en la ciudad de Los Angeles, dedicándose profesionalmente a lo que, hasta entonces, era una obsesión.