Cuando hace muchos años John Lennon vio por primera vez las esculturas de Setsuko Ono en su casa, sin dudarlo la animó a que se dedicara de pleno a su pasión artística. Pero ella continuó trabajando en el Banco Mundial, mientras seguía creando y formándose como artista en su tiempo libre. Hasta 2003 cuando se jubiló y empiezó a dedicarse a su arte. Desde entonces catorce de sus esculturas de acero fino se encuentran en La Habana, Baltimore, Tokio y en su casa de Washington. Dos de las plantas de su estudio están dedicadas a la pintura y otra a la escultura.
Ahora Setsuko Ono, la hermana menor de Yoko Ono, muestra por primera vez en Londres dos exposiciones individuales: en The Daiwa Anglo-Japanese Foundation hasta el 9 de marzo y en Asia House –12 y 23 de marzo. Con gafas de realidad virtual los visitantes podrán casi tocar sus instalaciones permanentes en el Hara Museum en Tokio y Shinagawa.
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Nacida en Tokio, Setsuko Ono desde pequeña vivió entre Japón, Europa y EEUU. Es licenciada en literatura inglesa por la University of Sacred Heart en Tokio. Es Doctora por School of Advanced International Studies в University of Geneva. Paralelamente con su carrera de 28 años en el Banco Mundial, desde 1984 Setsuko de clases de arte en Corcoran School of Art and Design en Washington, y más tarde en Les Ateliers des Beaux Arts en París 2007 al 2009.
Setsuko Ono de John Lennon: cuando vio mis esculturas me dijo que debería dedicarme a mi pasión por completo
Hoy Malatinta habla en exclusiva desde la capital británica:
Tiene una carrera bastante atípica. Como decidió dar el giro y llegar a ser una artista profesional, después de su carrera en el Banco Mundial?
Desde pequeña siempre he pintado, pero nunca se me había ocurrido dedicarme profesionalmente al arte. Mi padre que también trabajaba en un banco, enfermó bastante joven y yo sentí mi deber de continuar su trabajo. Pero ya en aquel entonces me inscribí en clases de arte y empecé con la escultura como hobby. Cuanto más me dedicaba al arte después de mi trabajo y durante los fines de semana, más enérgica me sentía luego.

Setsuko Ono, Dreams, 2012, Stainless steel, 4.1 x 5.2 x 4.6 m. © Ken Shimizu
¿De dónde viene su interés por el arte?
Uno de mis tíos era escultor, otro era pintor. Mi padre tocaba el piano. Y el gran sueño de mi madre de ser artista no pudo ser en aquellos tiempos por ser mujer. Supongo que de alguna forma he absorbido su sueño.
En su biografiá cuenta que el músico John Cage le influyó mucho en lo que sería su manera de percibir y crear su propio arte.
Tenía unos 13 o 14 años cuando fui a su concierto 4′33″. Estaba sentada en la primera fila. El escenario estaba lleno de músicos, toda una orquesta. Pero nadie tocaba. La “música” eran los estornudos, el movimiento y el murmullo de la gente. Más tarde me explicaron la filosofía detrás de esta obra. Toda la creación sucede en tiempo real, en el momento presente. Y cuando muchos años después llegué a ser artista, decidí que quería que el tiempo real fuera el creador. Nunca me preparo para crear una escultura. No hay dibujos ni nada. Me es mas fácil crear siguiendo mis sentimientos en aquel momento.
¿Cuál fue la reacción de John Lennon cuando vio sus obras?
Un día vinieron a casa con mi hermana y su hijo. Cuando vio mis esculturas me dijo que debería dedicarme a mi pasión por completo. Lo tomé como un cumplido estupendo pero seguí trabajando en el Banco Mundial hasta que me jubilé.
¿Ha trabajado alguna vez con su hermana Yoko?
No.
¿Cómo llegó al mundo profesional del arte?

For Our Beautiful Earth, Acrylic and charcoal on linen, 200×160 (2009)
Un mes antes de jubilarme en 2003 leí un reportaje sobre la Bienal de la Habana. Mi marido, con quien llevamos juntos 49 años., es especialista en política exterior estadounidense en África y Cuba. Viajaba mucho a la Habana. Le pedí que mostrara mi porfolio y el gobierno cubano me propuso hacer una exposición individual. Así que viajé para hacer mis esculturas. Pensaba hacerlo todo por mí misma, alquilar un estudio, máquinas y materiales. Me explicaron que allí era imposible. Me quedaba sólo la opción de ir a trabajar a una planta siderúrgica.
Antes del primer día no estaba muy entusiasmada pero resultó ser una experiencia maravillosa. Los trabajadores eran auténticos maestros. Estaban acostumbrados a realizar diseños concretos, pero no se asustaron por le hecho de que yo ni siquiera sabía muy bien qué era lo que quería hacer. Trabajé allí desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde durante un mes. Hicimos seis esculturas. Continuamente aparecían problemas, se estropeaban las máquinas pero lo logramos. Ahora, las esculturas forman parte de una exposición permanente en la Habana.
- Setsuko Ono, Acropolis Down Under and Rising Moon, 2015, steel, 115.8 x 76.2 x 76.2. © Chan Chao
- Setsuko Ono, Acropolis Down Under and Rising Moon, 2015, steel, 115.8 x 76.2 x 76.2. © Chan Chao
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En sus obras aparecen temas como las víctimas de conflictos armados y guerras, pobreza, miseria, destrucción del medio ambiente. ¿Hasta qué punto es importante para ti este activismo social?
Cuando me encuentro ante una situación que me hace desear gritar, prefiero plasmar mi ira por la injusticia sobre un cuadro. Con la escultura es todo lo contrario. Entonces me siento muy feliz. Me imagino a gente feliz bailando. Recuerdo mi infancia. Utilizo hojas de acero muy finas, por lo que con el viento mis esculturas al aire libre se agitan y cantan.

Setsuko Ono, Amaterasu, Sun Goddess, 2017, acrylic and charcoal on canvas, 74 x 99 © Chan Chao
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