Convertirse en mecenas de las artes parece que puede estar al alcance de todos. Una labor que en el pasado realizaban las familias más ricas y pudientes ahora lo puede hacer cualquier persona de a pie. El Museo Thyssen-Bornemisza ha puesto en marcha un proyecto de mecenazgo con el fin de recaudar fondos para poder restaurar uno de los cuadros más exitoso del pintor veneciano Canaletto.

Esta campaña de crowdfunding cultural pretende recaudar los 35.000 euros que se necesitan para poder terminar de sufragar los gastos del estudio técnico y la restauración de la obra “La Plaza de San Marcos en Venecia”, del famoso pintor de vedute. La aportación mínima inicial que se exige es de 35 euros y su propuesta intenta extenderse a empresas y patrocinadores, con la finalidad también de ampliar la oferta las actividades culturales que ofrece el museo.

Paro poder llevar a cabo una aportación, el mecenas debe acceder a la página principal del Museo Thyssen-Bornemisza y buscar la ventana habilitada para ello. Dentro de la misma se puede observar el famoso cuadro que se encuentra dividido en múltiples secciones o cuadrados. Al clickear sobre una de esas secciones, el contribuyente pasa a ser mecenas de esa parte de la restauración del cuadro, una vez realizada la aportación dineraria correspondiente. Hay que recordar que la donación a estos supuestos puede desgravarse hasta un 75% de los mismos en la declaración de la renta de las personas físicas del próximo ejercicio, según informa  la misma página del Museo Thyssen-Bornemisza. La iniciativa está siendo todo un éxito y hasta hoy se llevan recaudados cerca de 24.000 euros para financiar el proyecto.

Canaletto es uno de los grandes pintores de “vistas” de ciudad del siglo XVIII. Este género nació en estrecha relación con las pinturas de paisaje que Nicolás Poussin o Claudio de Lorena ya realizaron durante el siglo anterior. El estudio de un paisaje urbano y de todo lo que lo compone se convierte en el elemento principal del nuevo género pictórico, bautizado como Vedutismo. La escenografía se convierte así en el elemento aglutinador de la veduta. De algún modo, se intenta captar el instante fugaz de un momento, siendo casi el precursor de lo que será después la fotografía en el siglo XIX. La minuciosidad, el detallismo, la luz, están presentes en cada una de estas obras, logrando una calidad y una perfección únicas.

Pocas veces se tiene la oportunidad de contribuir a conservar la historia y la cultura de un lugar con una iniciativa como ésta. Obras de Canaletto en nuestro país hay escasas. Pero gracias al granito de arena de muchas personas anónimas “La Plaza de San Marcos en Venecia” podrá volver a lucir como si fuese recién acabada. Seguro que, bajo la pintura, el lienzo guarda grandes sorpresas.

AD, un artista vanguardista en pleno Renacimiento