…cuando estás leyendo estas líneas. Sí, ahora mismo estás buscando esos puntos en común que nos unen a todos lo nacidos a mediados y finales de los 80, quieres verte reflejado con este artículo en tu día a día. Y es que los años se empiezan a notar. De los diezypico (que lejos quedaron) a los veintipocos hay poca diferencia. Pero ya vamos camino de los treinta, si es que aún no los tenemos, y comenzamos a notar grandes diferencias con unos añitos atrás. A continuación te presentamos los 15 puntos del camino a los treinta. Estés llegando a esa década o ya totalmente inmerso en ella, es muy probable que te veas reflejado en la siguiente lista:

1. Empecemos por los viernes. Esos fantásticos días de la semana que ahora tienen un nuevo sinónimo: cansancio. Y es que llevas toda la semana currando y cuando llega este día no piensas en salir, ni en planes…en tu cabeza sólo cabe dormir y descansar. Con los veinte recién estrenados…dormir era de cobardes y el cuerpo te pedía a gritos la llegada del finde para disfrutar cada minuto.

2. Eres el más viej@ del garito, para una vez que vas. Subes la media de edad de la discoteca y comienzas a hacer cálculos de cuántos años tendrán estos chavales o si aún estarán estudiando. Preguntas de viejo, ni más ni menos. Mientras tanto ellos perrean y sigues dándole vueltas a por qué en “tu época” las tías no eran así.

3. El punto anterior nos lleva a…bailar. Eso que hacemos cada vez peor. ¿No os habéis fijado que las nuevas generaciones (chicos incluidos) traen consigo de repente el gen del ritmo? Y es que los chicos de nuestra edad no son precisamente de los que se lanzan a bailar.

4. No recuerdas la última vez que hiciste botellón. Piénsalo, difícil que des con la respuesta. Tus reuniones con amigos poco se parecen a las de antes. Ahora se lleva ir de vinitos…pero nada de mezclarlos con cocacola ¿dónde quedó el kalimotxo?. Los planes ahora son más tranquilos, eso sí, el día que se sale es hasta las últimas consecuencias.

5. Cada vez quedas más para cenar que para entrar a algún garito. Nos estamos convirtiendo en gourmets: “¿no has probado el nuevo sitio de tapas, está genial?” “yo voy al mejor restaurante de sushi de todo Madrid”. Este punto nos haría pensar que vamos a acabar con obesidad mórbida, pero pasamos al siguiente punto para remediarlo.

6. Vida sana allá donde mires. Tu muro de Facebook se ha convertido en una campaña de publicidad de Nike donde tus amigos suben fotos de postureo gym: zapatillas, haciendo “running” o  licuados de colores sobrenaturales. De repente todo tu entorno hace deporte y nos cuentan los kilómetros que han hecho en bici o corriendo. Una información, por cierto, imprescindible para ti.

7. El catálogo de IKEA comienza a ser un buen tema de conversación. Hace cinco años habíamos pasado un par de veces por esta macrotienda infernal, ahora si no te la conoces de arriba abajo seguramente tus amigos podrán iluminarte y contarte todo lo que allí puedes encontrar.

8. Las resacas duran dos días y te dejan hecho un trapito. ¿Dónde quedaban esas juergas de fin de semana? Jueves, viernes y sábado…Incansables, queriendo siempre más horas de fiesta.

9. Fotos de recién nacidos en tus redes sociales…sí muchos están independizados (seguramente tú también), pero también tendrás algún que otro contacto con su primer o segundo hijo. Es época ya de cambios y sobre todo de reproducirse, algunos le ponen mucho empeño.

10. “Yo con su edad no hacía eso ni loca…” y ya si te abrochas la rebequita y cruzas los brazos por debajo del pecho te conviertes en María Teresa Campos. Parece que llegando a la treintena se nos enciende un gen de abuelilla escandalizada con la juventud. ¡¡Error!! Son 30, eres joven aún ¡disfruta!

11. Por alguna extraña razón nuestro estómago no asimila bien los excesos. Hablamos de bebida y comida, lo que antes no suponía el más mínimo problema, en menos de una década te empieza a sentar regular. “Me ha caído mal la copita al estómago”. Así nos convertimos en una farmacia andante con almax y sal de fruta.

12. Te gusta más el plan de día…y lo sabes. Una terracita con su cerveza al sol y la vida es de otro color. Y si además puedes ir saltando de terraza en terraza mejor, el ambiente es el tuyo. Aquí hay gente de tu edad, porque todos los que van camino a los treinta y los que están ya, disfrutan mucho de estos ratitos al sol. Una discoteca…no es que te apetezca especialmente.

13. La mayoría de la gente de tu edad tienen pareja. Cada vez hay menos solteros/as y menos gente dispuesta a salir a pasarlo bien. Si no tienes pareja y estás buscándola…verás que está complicado el asunto, por estadística básicamente.

14. Prefieres la comodidad a ir arreglado/a: en el caso de las mujeres, llevas desde Nochevieja sin ponerte tacones, descubriste que las minifaldas en invierno son un mal invento y que las medias no abrigan. En el caso de los hombres…¿qué decir? Es difícil hacer una comparativa con la moda hipster de los últimos tiempos: ¿van arreglados? ¿viven en la calle? ¿por qué la camisa de cuadros que pasa de generación en generación?

15. En la mayoría de los casos, tu cuerpo ya no está en su mejor momento. A partir de los veintipocos se produce una caída en la firmeza y belleza del cuerpo. Suele ser más evidente en los hombres, algunos ya tienen barriguita o se van quedando calvos. Pero las mujeres tampoco nos salvamos y comienza a costar mucho más guardar la línea.

Pero no todo va a ser mirar al pasado con nostalgia. Que los 30 o el camino a esta nueva década tiene también su parte buena. Lo primero la libertad e independencia que seguramente antes no tenías. Disfrutas de otro ocio, pero eso no quiere decir que sea negativo siempre y cuando te lo pases bien. Tus amigos a estas edades seguramente lo sean para toda la vida. Además si te estás cuidando, llevas una vida sana y vas al gimnasio…eso que te llevas, estarás en forma y los años no serán muy duros contigo.

Una nueva etapa que puede ser igual de divertida. Pero eso sólo dependerá de ti y no de tu edad, disfruta el momento ya sean 20, 30 o 40.