Más de 1200 tapas de libros y alrededor de 40 pósters de películas a las espaldas de un ilustrador icónico que comenzó su largo camino como aprendiz en esa vieja escuela llamada Disney.
Nacido en Cincinnati, Ohio, en 1926 y criado en Wyoming, Robert McGinnis, estudio Bellas Artes en la Universidad de Ohio y posteriormente trabajó desde su juventud para la que entonces era la gran multinacional de animación por antonomasia, hasta que en el año 1958 su camino se cruzó con el de Mitchell Hooks (conocido ilustrador publicitario de la época) quien le introdujo en el mundo de la ilustración de portadas literarias para la editorial Dell Publishing, combinando estas creaciones con otras quizás más menores para publicaciones en el Time o Argosy.
Muy prolífico y, sobre todo, especialista en capturar ese momento de intimidad, sufrimiento, inocencia o sensualidad que puede parecer imposible de captar en una ilustración. Destacable de esta etapa literaria es, sin ninguna duda, su portada del libro Centauros del desierto, novela en que obviamente se basó la película, que fue una de sus portadas estrella. En ella se ve a un abatido Ethan Edwards –John Wayne- que tras pasar la masacre de la familia Edwards e ir en busca de su sobrina, encuentra en el cementerio familiar una manta que la envolvía y su muñeca favorita.
McGinnis transmite como nadie la tristeza y el drama del personaje con tan solo una figura cabizbaja, contruyendo una imagen de un realismo brutal.
El artista no tardó mucho en destacar entre sus coetáneos, por lo que de vez en cuando abandonaba el mundo de las portadas literarias para ilustrar cartelería cinematográfica. Desayuno con diamantes fue uno de sus primeros carteles, cosechando éste (y la película protagonizada por Audrey Hepburn) un éxito espectacular. Tanto que, hasta el día de hoy, se sigue reproduciendo, vendiendo y versionando dicho cartel. También destacable fue su creación de Barbarella, con una Jane Fonda marcando tipo.
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Pero, sin duda, el proyecto más importante de McGinnis fue el que llegó con el encargo de la creación de las portadas de las películas de uno de los agentes más conocidos de la historia: James Bond. Operación Trueno o Casino Royale son sólo algunos de los títulos que figuran en la larga lista de ilustraciones de las que fue creador.
Como no podía ser de otra manera, en sus ilustraciones para las historias de Bond destaca la mujer: siempre sensual, bella, seductora y enormemente (demasiado) servicial, tal y como era representada en las novelas (y también en las películas).
El trabajo de McGinnis, irremediablemente se convirtió en un símbolo identificativo de 007, así como en el estandarte de una era, la de los años 60 y 70, en la que el espíritu de este ilustrador se respiraba mucho más allá de sus obras; siendo inspirador de muchos otros autores que llegaron tras su estela y hasta la actualidad.
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McGinnis, además de ilustrar portadas de libros o carteles de cine, creo una serie de ilustraciones de desnudos de mujeres. Quizá los affaires del agente Bond le inspiraron… ya que cualquiera de ellas, bien podría haber sido víctima de una de las historias de 007.
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Somos conscientes de nuestras limitaciones geográficas… Pero si sois fans de James Bond, y por casualidad estáis en Londres, no dejéis de ver la exposición Bond in Motion en el London Film Museum. Todos los coches, barcos, aviones y aparatejos de Bond reunidos bajo un mismo techo, con proyecciones de las películas en las que aparecen muchos de ellos. También podréis encontrar storyboards, tarjetas identificativas o maquetas de las películas. Toda una delicia que los fans de 007 no os podéis perder.
David
El cartel de Barbarella es bastante más discretito que la peli-coñazo….