El pasado lunes 30 de enero nos dejaba la periodista Paloma Chamorro, una de las imágenes visibles de la Movida Madrileña. La que fuera periodista y presentadora comenzó a trabajar en Televisión Española en la década de los 70, en programas de divulgación cultural como ‘Imágenes’ , ‘Galería’ o ‘Cultura 2’, donde ya dejó patente su particular sello, y en los que llegó a entrevistar a celebridades como Salvador Dalí o Joan Miró.
Tras sendos espacios, vino el programa que la encumbró como uno de los iconos y referentes de la Movida en la década de los 80: ‘La Edad de Oro’. Apenas estuvo dos años en antena, entre 1983 y 1985, pero sirvió como escaparate para innumerables grupos del momento, dando a conocer en nuestro país a artistas de vanguardia como Lou Reed, The Smiths o Tom Verlaine, en plena apertura del país al mundo tras 40 años de dictadura.
También hubo espacio para grupos de aquí. De aquel programa piloto con Kaka Deluxe -con una jovencísima Alaska- y Parálisis Permanente, a otros artistas como Almodóvar y McNamara, Danza Invisible, Radio Futura, Golpes Bajos o Siniestro Total, en las que se mezclaba con cierto aire caótico, las entrevistas y las actuaciones musicales, e incluso performance como la de La Fura del Baus.
Moviéndose siempre entre la crítica y la disidencia, entre la provocación y la polémica, hubo de enfrentarse a la censura llegando incluso a ser procesada por ofensas a la religión católica, tras mostrar imágenes de crucifijos ardiendo o con una cabeza de cerdo apuntalada. Era el fiel reflejo de toda una generación que se movía entre la libertad y el libertinaje.
Como era de esperar, la televisión pública terminaría por cancelar el programa. Aunque aún tendría espacio en otros programas dedicados al arte como ‘La Estación de Perpiñán’ en 1987 y ‘La Realidad Inventada’ en 1988, su imagen se fue diluyendo y con el tiempo, desapareció de la vida pública. A ella le debemos su espíritu guerrillero, contestatario y vanguardista, rozando siempre la polémica, o como ella decía «ensanchar los límites de la libertad de expresión».
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