Dicen que las paredes escuchan, y cuando se trata de habitaciones de hotel, en lo que respecta a las paredes podemos imaginar que oyen de todo. Afortunadamente se lo guardan, ya que de otra manera, las habitaciones no parecerían nuevas cada vez que un nuevo huésped se aloja entre ellas por unas noches.
Este fin de semana, las habitaciones del Hotel Mayerling de Madrid albergarán algo más que huéspedes. La iniciativa Room Art Fair ha decidido utilizarlas como sala de exposición para dar cabida a obras de arte de más de 100 artistas que participan en la cuarta edición de la feria que celebrará del 14 al 16 de noviembre.
Room Art Fair (RAF) es la única feria en España llevada a cabo por jóvenes emprendedores y con un 100% de capital privado que ofrece pintura, fotografía, escultura o dibujo. Otra forma de impulsar la cultura, donde 18 galerías y tres proyectos de nuevos comisarios se darán cita para subastar piezas desde precios muy asequibles (20€) y así atraer a un nuevo tipo de coleccionista de arte.
César Lacalle con fotografías de lo cotidiano y urbanita, mezclando individuo, cultura e identidad o Paloma Marine, diseñadora, ilustradora y fotógrafa madrileña que mostrará su proyecto Bandiz Studio en el que colabora con David Heofs, o Lucas Couto, son algunos de los artistas que podremos ver en la feria. No obstante, encontramos algún nombre más conocido como David Delfín, diseñador de moda, también conocido por sus colaboraciones para vestuarios en cine, se dará cita en RAF para representar La Fresh Gallery, proyecto en el que colabora junto a Bruce Labruce o Gorka Portigo. Además de estos, Plano B, Combustión Espontánea o Factoría de Arte y Desarrollo entre otros muchos, tendrán su propio espacio entre estas habitaciones.
La difusión del arte del presente, el arte que nace en la actualidad, es una de sus prioridades, y para ello cuentan con galerías de jóvenes que se quedan fuera en otras ferias debido a su corta trayectoria a pesar de demostrar mucho talento. RAF además pretende romper con los convencionalismos para hacer que todo visitante, sea experto o no, se sienta cómodo paseando por unas habitaciones de hotel convertidas en galerías improvisadas. En esta ocasión, no sólo durante el día, sino también por la noche, los agentes de arte convivirán y dormirán con las obras de arte, en lo que pretende ser una iniciativa para favorecer la conexión entre ambos de una manera mucho más intensa.
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