De todos es conocido los problemas que surgen cuando en un espacio pequeño se quiere sacar el máximo provecho. Se mide la superficie, se calcula qué se puede o no poner, cuál es la necesidad básica a cubrir, cuál es la practicidad que buscamos con ello… y, muchas veces, no se llega a la expectativa que se buscaba. La frustración es total en este caso. Y si es por falta de presupuesto, peor aún. Siempre se puede optar por consultar a un profesional para que nos oriente al respecto. Ellos ven en el espacio reducido mayor potencial del que uno, a simple vista, puede vislumbrar.

En la zona de Poble Nou, en Barcelona, la firma arquitectónica Cometa parece que ha encontrado una posible solución a la falta de espacio. En unos apartamentos, muy cercanos a la zona del puerto deportivo de la ciudad condal, Cometa ha diseñado el llamado Proyecto Marina. Esta idea ha surgido del principio arquitectónico naval que pretende liberar el espacio de todo aquello poco útil o prescindible. Básicamente, se trata de hacer el espacio lo más amplio posible liberándolo de todo aquello que no sea necesario.

Para ello, casa Marina ha sido liberado de todos los muros que constituían sus 50 metros cuadrados. Se ha dispuesto de un espacio diáfano de forma cuadrangular para integrar cada una de las partes necesarias que debe tener una vivienda. Todas ellas van a girar en torno a un espacio central, que se convierte en el elemento clave de distribución del resto de la casa.

Las paredes de casa Marina se han revestido en hormigón, en recuerdo de los diques de contención que se emplean en los puertos y que utilizan este material para su construcción. Este mismo material, revestido por losetas que imitan el mármol, también recubre el suelo y se ha empleado para crear una pequeña escalera, la cual se utiliza como sofá y elemento separador entre el dormitorio y la cocina-salón.  El gris empleado se ve fuertemente contrastado por el uso de tuberías de cobre vistas que sirven para llevar el cableado y las tuberías de la casa, siguiendo la estética marítima.

El núcleo distribuidor de casa Marina lo configura una cabina de madera, situada en la parte central de la vivienda y que articula todo el espacio a su alrededor. Este núcleo se subdivide, por una parte, en un aseo completo, con ducha, lavabo e inodoro, y, por otro, en un espacio a modo de complemento de la cocina, donde se sitúa la lavadora, el frigorífico y armarios de almacenamiento. Cada uno de estos espacios cuenta con su propia puerta de acceso: la del baño da directamente al dormitorio; la de la sala de despensa a una isla, que hace las funciones de cocina. Esta isleta cuenta con un fregadero, un hornillo para cocinar y un horno, además de ser el lugar indicado para comer. En ese mismo espacio, se sitúa un sofá, creado por las escaleras que dan acceso al dormitorio, que hace las funciones de salón.

El dormitorio es un espacio simple, que cuenta con un mueble aparador bajo, la cama y unas mesitas de noche. Los armarios se sitúan dentro de la cabina de madera y el hall de entrada principal. Sin embargo, hay un pequeño espacio a la derecha que podía haber sido utilizado como vestidor. Este lugar se ha empleado para instalar una bañera, para el disfrute personal de sus inquilinos.

Como puede apreciarse, Proyecto Marina se configura así como un espacio vital ideal para aquellos que poco necesitan en su día a día. Elementos simples, decoración mínima, espacio suficiente para vivir y un barrio del que disfrutar, hacen las delicias de sus habitantes en tan solo 50 metros cuadrados.

Fotografía José Hevia.