Que la cerámica es una de las técnicas escultóricas más antiguas de la civilización es una realidad total. Que forma parte de nuestra vida gracias a su utilidad, también. Que es uno de los elementos decorativos más baratos y agradecidos que encontramos en todas las casas de lo alto, largo y ancho de este planeta, no admite duda alguna. Que aún puede sorprendernos decorativamente de una manera agradable, también.

Las artistas alemanas Stine Paeper y Angelina Erhorn tuvieron claro que el diseño era una salida profesional con miles de alternativas. Entre ellas, el diseño de elementos de uso cotidiano  ha sido su especialidad, desde el menaje hasta el mobiliario, empleando siempre materiales de calidad en sus creaciones. Uno de esos trabajos ha llamado poderosamente la atención por su sentido práctico y original.

Si el uso de la cerámica es mundialmente conocido, el empleo del diseño como si ésta se tratase de papel para realizar origami ha sido todo un acierto por parte de sus creadoras. El efecto de realidad y la armonía del conjunto son únicos. La belleza que despiertan y la originalidad de adornar la mesa para una ocasión especial de esta forma no pasan desapercibidas. Desde los platos, pasando por los cuencos y los vasos, cada uno de ellos rezuma un sutil sentido de informalidad y cercanía, así como de autenticidad, que solo los paladares más ingeniosos van a atreverse a llevar sobre el mantel.