El retiro espiritual que realizaron los Beatles a los pies del Himalaya en febrero de 1968 no sólo supuso un antes y un después para la banda británica. También influyó a la hora de crear un movimiento de espiritualidad nacido gracias a los certeros mensajes cifrados en pegadizas melodías, que lograron que millones de personas buscasen la felicidad en su interior y no en el exterior. Una batalla que finalmente se perdió en pos del consumismo, pero cuya guerra continúa aún viva con la segunda oportunidad que se le dará al santuario de la India que inspiró 48 grandes éxitos de los Beatles.

Mural en el ashram de Rishikesh
Mural en el ashram de Rishikesh

La boy band más celebre de los 70 se refugió en Rishikesh, al pie de la cordillera del Himalaya, para asistir a un curso de meditación trascendental impartido por el gurú Maharishi Mahesh Yogi. El terreno sobre el que reposaba este santuario conocido como ashram cayó en desgracia tras vencerse el contrato de cesión que el Departamento Forestal de Uttar Pradesh le concedió al “yogi de los Beatles”, como así se le conoció más tarde. Tras 20 años de trabajo, el gobierno reclamó sus tierras y el gurú emigró a los Países Bajos, dejando que su templo cayese en el olvido engullido por la naturaleza.

Ahora, dos décadas después de su abandono, el gobierno de Uttarakhand ha decidido darle una segunda oportunidad a este emblemático enclave, que se ha convertido en todo un símbolo tanto para los amantes de los Beatles como a los seguidores de las enseñanzas del yogi. Con la intención de promover el ecoturismo, se ha ideado un plan de rehabilitación de las estancias del ashram, que incluirá incluso un pequeño museo donde se mostrarán algunas de las obras de arte urbano que han ido dotando de vida un enclave hasta ahora abandonado. Piezas que, en su mayoría, recuerdan el paso de la banda por sus pasillos y el especial legado que dejaron tras de sí George Harrison, John Lennon, Paul McCartney y Ringo Starr.

Así se encuentra actualmente el ashram:

Neena Grewal, directora del Parque Nacional Rajaji, ha asegurado que su deseo es “revivir la conexión del ashram con los Beatles, dado que una gran cantidad de los turistas que recibe la zona viene precisamente por este motivo”. Por su parte, el cineasta Paul Saltzman, que compartió experiencia con los Beatles y otras celebrities durante el 68, ha elogiado esta iniciativa: “Es una idea brillante del gobierno de Uttarakhand. Tiene sentido para promover el turismo ecológico de la zona, pero también para honrar y celebrar el impacto que tuvieron los Beatles a la hora de difundir el valor de la meditación y el yoga en el mundo occidental”.

¿Honrarán su memoria o comercializarán con ella? Eso es lo que se preguntan ahora muchos de sus fieles seguidores, que han acogido con incertidumbre esta noticia que, por un lado, brinda una oportunidad de oro para aquellos que desean ver dónde se gestaron sus canciones convertidas en himnos. 

Estas son las obras que aún rezan en las paredes del ashram que recuerdan su paso: