Un año más la fecha más esperada para los cinéfilos está al caer. Para muchos de nosotros es una noche única, aunque solo sea por lo que ansiamos poder vivirla en persona algún día, por lo que nos dan las películas, por lo que amamos el cine y a todos los que lo hacen posible. Esos, los que esperamos impacientes la noche del domingo, imaginamos la velada con grandes esperanzas para nuestras películas favoritas y sólo tenemos en mente terminar cuanto antes el visionado de las nominadas que aún no hemos tenido tiempo de ver. Además de, claro está, comprar toda clase de víveres y bebidas con cafeína para pasar las 5 horas largas que dura la gala, y aumentar cuanto más mejor la lista de amigos que nos vendrán a hacer compañía en esta madrugada. Porque si hay algo especial la noche de los Oscar para los que no podemos asistir en persona al Dolby Theatre, es precisamente compartir la ceremonia, aún desde nuestros lugares de residencia, con el mayor número de ‘freaks’ del cine que conozcamos, a ser posible en persona, aunque tampoco le hacemos ascos a las redes sociales.

Este año, parece que la carrera por los grandes premios está repartida en dos anchas calles llamadas 12 años de esclavitud y Gravity. Las dos películas acaparan 9 y 10 nominaciones respectivamente, entre ellas mejor película. Con sus pros y sus contras, lo cierto es que objetivamente ambas son piezas dignas de premios. La primera, una historia que ya hemos leído, visto y escuchado incontables veces, sin embargo no como Steve McQueen nos la ha querido contar esta vez. La manera tan cruda en la que transcurre su relato y esos planos sin tapujos hacen que narrativamente la película tenga un ritmo y una tensión que no han conseguido otras (además de contar con interpretaciones que suman muchos puntos). La segunda, es la joya de la corona tecnológicamente hablando de los últimos años. Y, fuera de que la trama pueda gustar más o menos, es innegable que jamás hemos visto nada a este nivel. El espacio de Alfonso Cuarón las tiene todas para llevarse, como mínimo, varios premios técnicos.

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Las otras siete nominadas a mejor película parecen tenerlo algo más difícil frente a las dos anteriormente mencionadas. Dallas Buyers Club, un drama ambientado en los 80 acerca de un enfermo de sida con un Matthew McConaughey y un Jared Leto que merecerían el Oscar perfectamente, pero donde algo flojea a pesar de tener unos personajes protagonistas de un nivel potentísimo. La gran estafa americana, una divertida y elegante historia donde todos los personajes son tremendos; David O. Russell es, sin duda, un maravilloso director de actores, pero la película en sí quizá esté algo sobrevalorada. El que también es otro maravilloso director de actores es Martin Scorsese con su Lobo de Wall Street, película que ha levantado amores y odios por igual. Tiene difícil el premio. Aunque, ¿quién sabe? Podría haber sorpresas. Ojalá. Con las que no tenemos ninguna duda de que haya posible premio (en esta categoría de mejor película) es con el resto de nominadas: Captain Phillips, Philomena, Nebraska, y Her. Una auténtica pena sobre todo para las dos últimas que son, con mucho, piezas sobresalientes y únicas.
Si tenemos que mojarnos por una ganadora, por unanimidad del equipo de Malatinta, sería 12 años de esclavitud.

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cuaronSin embargo, si esto se materializa el domingo, este año sería casi seguro uno de esos años en los que la ganadora a mejor película no gana también mejor director. Esta edición, parece cosa hecha que Alfonso Cuarón se lleve el galardón de Mejor Dirección por Gravity.
Sus compañeros de nominación, David O.Russell (La gran estafa americana), Alexander Payne (Nebraska), Steve McQueen (12 años de esclavitud) y Martin Scorsese (El Lobo de Wall Street) pueden ir haciéndose a la idea…Cuarón ya se llevó el Globo de Oro y se llevará el Oscar.

El caso de mejor actor también parece ser una carrera dividida entre dos. En Malatinta nos debatimos entre los dos grandes personajes de Hollywood, dos guapos que además de guapos han demostrado ser grandísimos actores: Leonardo Dicaprio (por su papel de Jordan Belfort en El lobo de Wall Street) y Matthew McConaughey (por su increíble transformación en enfermo de sida en Dallas Buyers Club). Hay cierta tensión en esta categoría, y eso nos encanta, porque hay mayor emoción. Ambos actores se salen en sus papeles y engrandecen ambas películas en las que participan. Sin embargo, lo cierto es que la carrera de Leonardo Dicaprio lleva años en las alturas, y Matthew está empezando a crecer, a pasos agigantados, eso sí. Leonardo Dicaprio demostró casi desde sus inicios que era más que una cara bonita y erróneamente muchas veces se le ha clasificado como un “guapo que solo hace papeles de guapo”. Dicaprio ha demostrado que es mucho más desde A quien ama Gilbert Grape o La habitación de Marvin, hasta El lobo de Wall Street, pasando por Infiltrados, Shutter Island, su Jack de Titanic, Gangsters de Nueva York y un larguísimo etcétera por el que creemos que merecería (de una vez) el Oscar.
Pero McConaughey tiene mucho, muchísimo, a su favor, empezando por la fama y el reconocimiento que le trajo en su día la película Mud, o ahora la serie True Detective donde está por encima de todo lo que se pueda expresar con palabras (a pesar de que esto no debería influir en estos premios, ya que son de cine). Y también, por esa admirable transformación física para su personaje en Dallas Buyers Club. Y ya sabemos que la Academia de Hollywood es muy fan de las transformaciones físicas… Por ello y porque Matthew McConaughey está también espectacular en su papel, creemos que se lo llevará finalmente él dejando a Dicaprio huérfano de Oscar un año más. El resto de nominados Christian Bale (La gran estafa americana), Bruce Dern (Nebraska) y Chiwetel Ejiofor (12 años de esclavitud) parecen tener asumido que el Oscar ya lo han ganado con la nominación y que ahora es cosa de Dicaprio y McConaughey terminar de rematar la faena subiendo al escenario a recoger la estatuilla. Chiwetel Ejiofor, aún así, podría darnos una sorpresa: no olvidemos que 12 años de esclavitud está entre las grandísimas favoritas y él también ha recibido premios importantes.

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En el caso de las actrices tres grandes nombres copan la lista: Meryl Streep (August), Cate Blanchett (Blue Jasmine) y Judi Dench (Philomena), junto a ellas Sandra Bullock (Gravity) y Amy Adams (La gran estafa americana). Nosotros coincidimos en que la que se alzará con el Oscar será Cate Blanchett. Su papel de desquiciada neurótica en la última película de Woody Allen es realmente… lo que más destaca de la película. Y, sí, ella está soberbia. Es la mejor candidata (y que nos perdone Meryl) aunque tampoco nos disgustaría que ganase Amy Adams, cuyo papel de Sydney Posser borda absolutamente. No sabemos si será éste su año compitiendo contra una grande como lo es Cate Blanchett, pero si sigue así, algún día se llevará el Oscar.

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En el caso de los actores secundarios, la cosa está bastante más difusa. Parece que Fassbender puede ser un más que posible ganador, pero tiene competidores bastante potentes: Jonah Hill (El lobo de Wall Street) absolutamente descacharrante y casi por encima de Dicaprio en algunas escenas de la película, no sería un descabellado ganador. Igual le ocurre a Jared Leto (Dallas Buyers Club) que además de transformación física (perdió más de 20 kilos para el papel) es otra de las cosas que más llaman la atención de su película. Bradley Cooper (La gran estafa americana) y Barkhad Abdi (Captain Phillips) son los que más difícil parecen tenerlo. En Malatinta, entre los tres primeros, no hemos conseguido llegar a un acuerdo…

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Para las secundarias, Lupita Nyong’o (12 años de esclavitud) resuena en todas las quinielas como firme ganadora. En el pódium junto a ella está (la ya habitual) Jennifer Lawrence (La gran estafa americana). A pesar de que Lupita cubra menos metraje que Jennifer Lawrence, lo cierto es que su interpretación es desgarradora y mucho más arriesgada que la de la rubia. La cosa estará entre ellas dos, a pesar de que hay otras grandes nominadas como Julia Roberts (August), Sally Hawkins (Blue Jasmine) y una maravillosa June Squibb (Nebraska).

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En el caso de los guiones todo parece apuntar que el premio a mejor guión adaptado será para la gran favorita: 12 años de esclavitud. Siendo ésta una de las que más nominaciones tiene, abordando una temática que suele gustar mucho y, además, haciéndolo tan bien, parece difícil que no sea la ganadora. Before Midnight, Captain Phillips, Philomena y El Lobo de Wall Street completan el listado de nominadas que se van a ir a casa sin premio.

El guión original, puede llevárselo muy fácilmente La gran estafa americana. Sería un premio de compensación por todos los que no se va a llevar… Sin embargo, hay en esta categoría películas de mención: Nebraska y Her, de nuevo, son únicas y serían más que dignas ganadoras. Pasarán a la historia sin llevarse grandes premios, pero serán recordadas. Las otras dos nominadas son Blue Jasmine y Dallas Buyers Club.

Este año la gala será presentada una vez más por Ellen DeGeneres, humorista y presentadora estadounidense que ya fue maestra de ceremonias en otra ocasión de la que salió bastante airosa. Quizá su ironía y su cercanía con todo su público la conviertan de nuevo en una presentadora ejemplar. Aunque desde aquí esperamos bromas agrias, de las que duelen… Mientras llega la madrugada del domingo al lunes, os dejamos con este vídeo de la propia Ellen, donde a golpe de baile y playback se marca un original tráiler de cara a la gala: HERE WE GO!

La madrugada del domingo al lunes sabremos quienes son finalmente los ganadores y será entonces cuando ésta entrada se autodestruirá para que nadie sepa hasta dónde hemos metido la pata con nuestras predicciones…

Sinceramente sólo tenemos una cosa clara, y es que … ¡ojalá nos equivoquemos mucho!