Disfrutar al máximo del lugar de vacaciones es uno de los propósitos más comunes cuando viajamos a otro lugar fuera del habitual. Recorrer la zona donde nos alojamos, a veces sus alrededores, vivir su día a día, suele ser lo más normal. Cuando el viaje se realiza en pleno corazón de la naturaleza, además de descansar y descubrir sus paisajes, no está de más poder observar una de las vistas más bonitas, típicas o características por la que es conocida o por la que destaca. Si a ello añadimos que el turismo de cabaña está en auge, solo queda aunar estos dos conceptos para crear un tipo de alojamiento muy fuera de lo común pero que deja un buen sabor de boca a quien lo descubre.
En España, hay un hotel-cabaña en el valle de Guadalest, que ya ofrece unos servicios con unas vistas impresionantes. Desde sus piscinas en terraza se puede disfrutar de un momento de paz y tranquilidad observando las vistas de este paraje, que resulta un auténtico placer para el huésped. Cuenta con servicio de spa, lounge bar, restaurante, a los que se accede desde un paseo exterior que permite disfrutar del entorno. Con las espléndidas vistas de este valle alicantino y el diseño moderno y acogedor de sus instalaciones, realizado por Daniel Mayo, se debe incluir este Vivood Landscape Hotel en la lista de los establecimientos de obligada visita, si se viaja por la zona.
Otro de los paisajes donde encontrar esa mística de paz y tranquilidad es en la península de Als Odde, en Dinamarca. Es posible que, durante la estancia en el Treetop Hotel Lovtag, el huésped se pueda encontrar con ciervos, conejos o faisanes entre sus árboles. Las cabañas de este lugar estar situadas en los árboles, disfrutando desde la altura del paisaje e incluso parte de él se integra en su interior. El diseño de Sigurd Larsen es sencillo aunque no escatima en detalles y resulta todo un compendio de arquitectura en la naturaleza, típico de estas zonas.
Si lo que se quiere es disfrutar del paisaje de montaña, Network Architects consiguió crear un conjunto de cabañas en Siusi allo Scillar, en Italia, que permiten contemplar la naturaleza y la nieve desde la altura. Construidas sobre pilotes, las cabañas Floris permiten contemplar el incomparable paraje de las Dolomitas. Tanto bajo la nieve como en pleno verano, el lugar resulta el escenario ideal para disfrutar de la montaña y de la diversidad de actividades que ofrece.
Por último, al noreste de Francia, enclavado en el pueblo de Breitenbach, Riulf Ramstad Architects levantó 14 cabañas para disfrutar del paisaje de los Vosgos y el Rin. Todas ellas tienen un fuerte influjo nórdico en su diseño y su construcción. Cada cabaña es un universo que se disfruta en la totalidad del paisaje. Además, cuenta con alojamientos para personas con problemas de movilidad. No sólo se une el diseño y el paisaje, también la practicidad y la accesibilidad a un entorno, de por sí, bello y tranquilo.
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