En cuestiones de sexo no hay nada más peligroso que caer en la monotonía sin tener a mano un plan de contingencia con el que ponerle freno. Si eres de esos que siente que ha perdido la pasión con su pareja –algo por otro lado normal- y quiere salir de ese bucle rutinario, deberías plantearte incluir los juegos de rol en tus planes de alcoba para sacar más provecho a tus encuentros y, además, volver hacer que la llama prenda con más fuerza.
La pasión se apaga. Esto es un hecho que no debe preocuparnos, porque una vez que pasan los primeros meses y la confianza se instala en tu dormitorio da paso a una intimidad mayor con tu pareja. Este momento debe ser una oportunidad, no una preocupación más. Tienes dos opciones: dejar que la monotonía siga su curso teniendo encuentros placenteros pero poco arriesgados o continuar leyendo y tomar nota a algunos juegos de rol que podrían animar esas horas de placer que con tanto ahínco buscamos.
Lo principal es tener claro una cosa: todo juego viene con manual de instrucciones, es decir, existen unas reglas. No obstante, en cuestiones de sexo todo está permitido. Siempre debes consensuar con tu pareja los límites que no se deben trasgredir. Los ponéis vosotros y nada que ocurra en tu lecho debe resultar incómodo o desagradables, dado que el fin último es pasártelo teta con quien más quieres. Y un plan divertido podría ser incluir juegos de rol a tu repertorio sexual para hacer que tus sábanas se escandalicen más que nunca.
Pero, ¿en qué consiste? Lejos de lo que podría creerse, no se trata de sacar un tablero y unos dados con muchos numeritos para echarse una partida a ‘Dragones y Mazmorras’. No te vayas tan lejos. Un rol es un papel que interpretamos y el juego consiste en darle una vuelta de tuerca a tu papel para conseguir conquistar a tu pareja para hacer que su excitación sexual llega a cotas más altas. ¿A tu chica le ponen los uniformes? Pues no entiendo a qué esperas a comprarte un kit completo de policía corrupto dispuesto a cachear exhaustivamente a su sospechosa. ¿Qué a tu chico le ponen las rubias y tú eres morena? Por una peluca de tres euros él cumple su deseo y tú disfrutas de su desahogo.
Lo mejor de este tipo de prácticas es que no solo se consigue incrementar la complicidad sexual de la pareja, sino que además se logra una excitación recíproca que no tiene límites. No hay nada más excitante que ver a tu pareja disfrutar de aquello que tú estás haciendo. Ofrece seguridad en tus juegos de alcoba y esto hace que la imaginación vuele, lo que te lleva a incluir cada vez situaciones más excitantes. Un bucle del que nunca querrás bajarte.
Conocer las fantasías sexuales del otro nunca debe suponer un problema, sino una oportunidad de reforzar tus encuentros y sacarles partido para encaminar sus deseos más morbosos hacia ti, siempre y cuando exista un acuerdo previo. Quizá jamás estés dispuesta a practicar sexo anal y recibir algún cachetito en plena acción, por eso es importante que estas premisas se hablen antes de meterse en el rol elegido. También es fundamental que exista una palabra clave que los dos conozcáis con la que dar por finalizada la sesión de teatro en tu cama. Es muy popular la palabra “manzana” en el manual de los juegos de rol, ya que suele ser un térmico poco utilizado en estos derroteros, pero como en el sexo, las posibilidades son infinitas. ¿te atreves? Pues no lo dudes y pásatelo bien, ¿qué tienes que perder?
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