Pequeños cuadernos llenos de bocetos que cuentan multitud de historias. Animales, personas, momentos reflejados fotográficamente gracias a la precisión milimétrica de sus trabajos. Nicolás V. Sánchez es único en su especie. Amante de los detalles y maestro del dibujo más clasicista, pero con una pequeña diferencia: su inseparable bolígrafo.
Licenciado por la Academia de Arte de Nueva York Y con sede en Queens. Sánchez ha conseguido elevar la técnica del dibujo a bolígrafo al máximo nivel, lo que le ha valido exposiciones internacionales, residencias en la República Dominicana o China y multitud de clientes que desean adquirir alguna de sus obras.
Pero, ¿cómo comenzó a enamorarse del bolígrafo?. Como el mismo comenta para el medio online foldmagazine.com “fui a la Academia de Arte de Nueva York y mi viaje en tren desde mi apartamento hasta la escuela fue de unos 40 minutos. ¿Qué hacer con ese tiempo? Podría haber jugado a los videojuegos, pero en lugar de eso, comencé a dibujar en mi cuaderno, garabatear y dibujar lo que se me viniera a la mente con mi lápiz. Y así fue como comenzó todo”. Una práctica diaria que a base de rellenar cientos de cuadernos de bocetos le convirtió en todo un maestro del dibujo que más tarde le serviría como antesala de sus proyectos pictóricos. “Los cuadernos me sirven para saber si en un futuro podría convertirse en una obra más grande o si estaba destinado a existir en las páginas del cuaderno”.
En 2015 la directora de cine Jesse Brass realizó un documental sobre el trabajo y obra de Nicolás en su estudio de Nueva York a la que tituló ’Resolve’.
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