Angustia, humor, emotividad y sobre todo, la degradación del ser humano, es lo que nos presenta NemO´s con sus personajes reflejados como enormes murales. Italia, España, Amsterdam, Londres, etc…, en definitiva, ninguna ciudad se escapa de ser marcada por este joven italiano. Ya os enseñamos su última intervención en la Academia El Enclave de Madrid, en la que la lluvia empapaba su obra Rain?, para más tarde acabar en el Oltre il Muro de Sapri (Italia), que aunque el mal tiempo acompañó durante todo el festival, consiguió finalizar su obraAntes y después collage.
Un estilo único y una sensibilidad especial que hacen de NemO´s uno de los mejores muralistas del momento, y porque nos gusta la creatividad y el mejor street art, hoy, Malatinta habla con NemO´s.
¿Quién es para ti NemO´s? ¿Por qué NemO´s?
NemO’S son todos aquellos que miran un dibujo mío. Cuando empecé a pintar por las calles “tuve” que buscarme un nombre para firmar mis trabajos, el clásico Tag típico de quien hace writting y street art. Nemo, como el capitán de Veinte mil leguas de viaje submarino, que “luchaba” contra la guerra y las injusticias del mundo en el silencio de las profundidades, Nemo como el pequeño protagonista de uno de los primeros comics escrito e ilustrado por Winsor Mc Cay, donde se narran las pesadillas de un niño que cada noche soñaba indescriptibles aventuras en un reino fantástico llamado Slumberland, pero, sobre todo, Nemo como la palabra latina que traducida quiere decir Nadie. En realidad el nombre “Nadie” se transforma en oxímoron en el momento en que cada persona que interactúa directamente o indirectamente con un trabajo mío pueda ser “NemO’s”.Con el proyecto Before and After Collage he intentado implicar directamente la acción de las personas de modo a hacer partícipes activos a todos aquellos que se encuentren de frente a una obra mía. Refiriéndome a los dibujos que llevan mi firma, adjunto el genitivo “s” transformando la traducción y el significado de “nadie” a “de nadie” completando así mi paradoxal modo de identificarme. De nadie porque en realidad cada uno de mis trabajos es de todos y todos lo pueden modificar. Yo solo soy una simple persona que ha tenido un proceso, una idea, un estímulo. El resto de lo que queda, es gracias a la intención de otras personas. Para mi implicar y reducir al mínimo la distancia entre autor y espectador es muy importante. El Street Art se basa en la extrema libertad de acción-creación, implicación y participación de todos, de una comunidad de personas, de un barrio o de una ciudad entera.Por esto me gusta pensar que todos aquellos que interactúan con un dibujo mío, aunque solo sea mirándolo y comentándolo, puedan ser NemO’S derribando así la barrera entre el que “crea” y quien esta constreñido a limitarse a participar en el proceso artístico solo emotivamente en silencio (de aquí el nombre de mi web www.whoisnemos.com).
¿Recuerdas el momento en el que cogiste un lápiz por primera vez?
No me acuerdo precisamente del momento en el que cogí un lápiz por primera vez. Como cualquier niño, empiezas a dibujar muy pronto y con cualquier cosa con la que puedas dejar una marca. Me acuerdo que mi padre me llevó a una exposición de un ilustrador en el pueblo donde vivía. Desde entonces me enamoré del dibujo y no quise dejar nunca de dibujar.
¿Cómo surgió la idea de dar el salto del papel al mural?
He vivido y crecido en un periodo en el que el arte callejero (Writting y Street Art) se exprimía la mayor parte del tiempo con sprays de colores. Creciendo empecé a dejar de lado los sprays y a pintar con acrílicos y pinceles. Siempre he pensado que el spray es un modo muy “impetuoso y distante” de dibujar. El spray, por su naturaleza, elimina el contacto con la superficie de la pared, borrando toda sensación táctil y emotiva que puede nacer de materiales y muros diferentes.
Los pinceles y barnices se conciliaban más con mi carácter y con mi modo un poco frenético de trabajar. Analizando aquello que quiere decir pintar en la calle y “hacer Street-Art” he buscado utilizar dentro de las posibilidades materiales que vengan de la calle y no hubiesen sido creados a posta para pintar. Empecé a usar trozos de papel reciclado encontrados por ahí (sitios abandonados y vertederos) para rellenar-colorear mis dibujos, para reducir al mínimo, de este modo, el uso de materiales
industriales. El primer papel que use, era simplemente papel blanco o ligeramente gris, pero con el tiempo descubrí muchos tipos de papel, con colores distintos que variaban según la cola y de cómo habían sido usados previamente. Descubrí también que el tiempo y el sol colorea, oscurece o decolora el papel creando tonos e intensidades cromáticas diferentes. El único material que debía comprar era la pintura negra para definir los contornos, para todo lo demás conseguía sustituir con el papel los colores para el relleno de mis dibujos.
Siempre pensando qué era el street art para mí, busqué un modo de destruir ulteriormente las barreras entre el que miraba y vivía el dibujo por la calle y, el que lo realizaba. Por naturaleza el papel resiste poco a la acción del tiempo, de los agentes atmosféricos y se puede tocar y modificar, al contrario de la pintura que da como resultado un material plástico, por ello, decidí unir la pintura acrílica con el collage de papel. De aquí el nombre de Before and After Collage. Realizando parte de mi dibujo en acrílico y parte en papel, podía jugar con las distintas cualidades y características de estos dos materiales. Las partes pintadas con acrílico perduraban en el tiempo mientras que los elementos realizados con papel estaban sujetos a la acción de agentes atmosféricos y de las personas. Podía dibujar huesos con acrílico para luego revestir el esqueleto con una fina capa de papel que simulase la piel. El papel cayéndose y viniendo arrancado dejaba entrever cada vez más el dibujo pintado por debajo convirtiendo mi trabajo en mutable y en constante transformación. Así, el tiempo y la acción de las personas contribuían en la evolución-transformación de aquello que yo había iniciado. Un transeúnte podía decidir cómo y dónde arrancar el papel interactuando y modificando el dibujo convirtiéndose él mismo en participante de la “realización de la obra”. Encontré, de este modo, la forma de encauzar la acción del tiempo y la libertad de acción de las personas sobre un dibujo en constante mutación, no excluyendo así a nadie en un proceso creativo que por su propia naturaleza pertenece a todos.
Cada vez más, vemos como los artistas urbanos empiezan a adquirir la fama y el reconocimiento del que carecían. A ¿qué piensas que se debe?Simplemente creo que la fama y la notoriedad de un artista que trabaja en la calle se debe a cómo viene percibido este modo de exprimirse.Últimamente el Street-Art está muy de moda y sobre este ha nacido un business fuerte relacionado con los artistas y sus obras. Si el Street Art hubiese seguido siendo un fenómeno underground, muchos artistas ahora no serían considerados ni siquiera como esto.
¿Cómo te definirías, ilustrador o pintor?
Nunca me han gustado estas distinciones. También porque lo importante es la expresión de una persona. En la vida tenemos ya demasiadas definiciones que nos ligan más a una cosa que otra.Detesto quien cataloga con “una apariencia o una definición” la libertad de exprimirse, en este caso, gráficamente. Un pintor ilustra algo y un ilustrador cuando se exprime pinta, no existen diferencias.
Como bien nos comentas tus trabajos se dividen en imágenes esenciales y gráficos, con un mensaje social y formado por personajes que realizan acciones poéticas y surrealistas, como sacados de un cuento de hadas. ¿Crees que la labor del artista es denunciar las desigualdades sociales?
Yo creo que quien tiene la posibilidad de comunicar por medio del dibujo “universal para todos y que rompe la barrera de las lenguas” tiene el deber de contar algo. Yo intento hablar de las cosas que no comparto y me parecen injustas. Utilizo esta forma de comunicación para protestar y para hablar de aquello que pienso. No me gustan y encuentro inútiles aquellos que dibujan describiendo una técnica, una estética o una destreza. Creo que enorgullecerse de algo bello y estéril es como masturbarse, solo puede aportar un placer personal momentáneo.
Todos tus murales y dibujos tienen como protagonista principal a un personaje, un poco arrugado que con el paso del tiempo se queda en huesos. ¿Cómo surge ese peculiar personaje?
Mis personajes son la descripción de como veo el hombre y la sociedad, vulnerables, desgarbados, feos, cohibidos. Es una crítica al sentido de la perfección, la inmortalidad a la que nos ha acostumbrado la sociedad de hoy.
¿De dónde viene esa fijación de representar el desgaste de tus personajes?, ¿Por qué desnudos?
¿Cuál es ese trabajo que nunca olvidarás?
Como decía antes, yo describo aquello que para mí es la sociedad y el ser humano. Muchas veces siento un fuerte malestar cuando leo crónicas, de cómo se comporta el hombre con sus iguales, de cómo existen aún hoy en el mundo “llamado civilizado” injusticias, desigualdades, etc… Lo que siempre he intentado hacer es traducir este malestar en un prototipo de aquello que para mí podría ser el ser humano. Desnudo, indefenso, torpe, enfermo, tímido, empachado, vulnerable, etc…
No lo sé. Cada vez que realizo un trabajo empleo mucha energía física y emotiva. Creo que no olvidaré ninguno de mis dibujos.
Si algún político te pidiera opinión sobre qué hacer para promover la cultura, ¿qué le propondrías?
En Italia la política de la cultura paradójicamente está muy desfasada. Italia es uno de los países del mundo que tiene
uno de los patrimonios artísticos más importantes de la historia. A pesar de esto, hace unos años, se disminuyeron y fueron eliminadas las horas de Historia del Arte en los colegios y mucho del patrimonio historico-artistico de nuestro país se ha abandonado a la degradación del tiempo. Creo que es muy fácil promover la cultura. El arte, la cultura, la expresividad son propias del ser humano desde su nacimiento. Es necesario crear las condiciones para que una persona sea capaz de exprimirse, de poder estudiar y de poder apasionarse. Simplemente, hemos de hacer comprender que la cultura hace vivir a las personas y que se fundamenta por todos nosotros.
Raquel
La degradación del ser humano es, en efecto, lo primero que pensé al ver el mural de Tabacalera. No conocía al artista; lo inmortalicé en el móvil y le compuse un poema. Gracias por formar parte del hilo conductor que propiciará un hombre nuevo.