Hay que tener mucho estómago para atreverte a probar un dulce como este, pero que no se diga que desde MalaTinta no proponemos experiencias inolvidables. Desde hace unos años, ver vídeos de granos y espinillas gigantes se han convertido en toda una sensación viral, que pulula por la red provocando siempre un rictus de asco, pero también una pasmosa necesidad de ver cómo el cuerpo humano puede producir tales esperpentos volcanosos de pus. Os vamos a ahorrar el ejemplo, pero sí que deseamos compartir con ustedes la versión más dulce de esta nueva moda.
Se trata de unos muffins, que seguramente estén para chuparse los dedos, pero cuyo aspecto y presentación no acompañan para nada a abrir el apetito. Son creaciones de la dermatóloga Sandra Lee que ha hecho carrera en el mundo de la medicina exprimiendo a sus pacientes, literalmente, como así ha mostrado infinidad de veces en su perfil de Instagram acaparando a más de 1,8 millones de usuarios ante sus vídeos.
Sin embargo, ella es de las que disfrutan llevándose el trabajo a casa y ha encontrado el equilibrio perfecto entre su trabajo y su pasión por la repostería. Con ello, surgen unos muffins que simulan hasta el más asqueroso detalle un gigantesco grano infectado que al ser estrujado segrega una crema pastelera sospechosamente parecida al pus. No se ha olvidado de detalles como la frambuesa que emula la infección circundante al orificio de tan delicioso acné, ni el efecto elástico de la base de la magdalena que recuerda al de la piel al ser manipulada.
Sus dulces y repugnantes creaciones están causando sensación en las redes sociales y su éxito es tal que incluso se ha lanzado a la venta de muffins grano por internet.
¿Te comerías un muffin grano?
Antes de contestar tan a la ligera… mira un vídeo de cómo manipularlo para disfrutar de su ‘sabrosa belleza’ al máximo exponente.
¡Que aproveche!
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