Vivimos en una sociedad donde la cantidad de información que disponemos a la vez nos satura y nos da libertad y, en muchas ocasiones nos acerca a la realidad donde podemos sentir muy de cerca problemas que existen a nuestro alrededor. Ser conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor nos impone una responsabilidad, que podemos decidir tomar o no.

Dentro del mundo de la moda, es difícil escoger entre la multitud de marcas a las que gracias al mercado online podemos acceder y, en muchas ocasiones, el hecho de disponer de tantas alternativas nos abruma. ¿Quién no ha cerrado varias páginas web de repente ante la imposibilidad de tomar una decisión? Por otro lado, son cada vez más los amantes de la moda que a la vez que siguen las últimas tendencias buscan la satisfacción personal de estar contribuyendo a una buena causa. Cada uno lo hace a su manera, unos miran las etiquetas y prefieren los “made in Spain” a los “made in Bangladesh”, otros prefieren ser respetuosos con nuestro medio ambiente y compran productos hechos de materiales reciclados. Los más exigentes no compran en marcas “low cost”, llevan ropa hecha de algodón orgánico y buscan etiquetas con la estampa “Fair Trade”. Lo que parece que está claro es que para muchos de los consumidores la historia que está detrás de un producto importa.

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En este contexto aparecen casos de empresas responsables con la sociedad. Estas marcas no pretenden ser una más entre las miles, si no que sueñan con formar parte de un mundo mejor. Ponemos como ejemplo casos de éxito, como TOMS que inundó el mundo entero con sus Canvas inspiradas en las alpargatas argentinas. Bajo su modelo “One for One”, por cada compra TOMS regala un par de zapatos a alguien que los necesita. Mientras Patagonia puede presumir con orgullo de ser uno de los paradigmas de las empresas textiles más respetuosas con el medio ambiente. Warby Parker ha revolucionado el mundo de las gafas y también ha implementado una política generosa de donación por cada venta. ¡Cómo nos sentimos de bien cuando llevamos productos de estas marcas sabiendo que estamos aportando un granito de arena!

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Estos modelos socialmente responsables cada vez nos atraen más a todos. En España tenemos algunos ejemplos que están siendo muy exitosos. Ecoalf es una empresa española que hace sus productos con materiales reciclados. Sus mochilas y sus chanclas ya son famosas.

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Otro caso muy bonito es el de miemana, una empresa fundada por una joven asturiana que sueña con dar trabajo a personas con discapacidad. miemana vende bolsos hechos a mano y parte de los mismos, concretamente las borlas, están hechas por personas que tienen algún tipo de necesidad especial en la Fundación Vinjoy en Oviedo.

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El resultado es precioso.

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Y cada vez habrá más ejemplos. Estos emprendedores socialmente responsables despiertan mucha admiración porque son capaces de transformar problemas en soluciones, en crear belleza más allá de lo puramente visible. Pues ya sabéis, regalar un producto con un impacto social o medioambiental positivo es dar trabajo a una persona con discapacidad, es contaminar menos, es ayudar a aquellos quienes más lo necesitan. Tenedlo en cuenta para vuestras próximas compras porque de estos emprendedores depende nuestro futuro.