Si existe uno de los personajes de ficción más controvertidos de la televisión española ese es el interpretado por Mariano Peña, Mauricio Colmenero. Patriótico hasta la médula, xenófobo, putero y un CABRÓN –con mayúsculas–, pero siempre con mucho desparpajo. Estos calificativos bien podrían ejemplificar a una persona odiada, pero su personaje siempre ha sido uno de los más queridos por la audiencia. Pero ahora el actor, presumiblemente, cosechará una crítica similar como nueva estrella de la pluma, la lentejuela, la licra, las pestañas postizas, los pelucones y el maquillaje al extremo como protagonista de Priscilla, reina del desierto.
A partir del próximo 2 de octubre, el Teatro Nuevo Alcalá tirará la casa por la ventana. Cerca de tres millones de euros es el presupuesto con el que cuenta este musical a ritmo de temas disco en el que, además de Mariano Peña, darán rienda suelta a sus alocadas melenas multicolor Jaime Zatarain, Christian Escuredo y David Muro, que esta semana han presentado su nuevo trabajo al público con una gran expectación. Y no es para menos. El elenco está formado por 40 artistas y aparecerán en escena con cerca de 500 trajes a full color, 200 pelucas, tocados y sombreros, así como 250 zapatos y, agárrense los machos, cerca de un kilo de purpurina al mes.
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Pero si algo destaca de su puesta en escena será el mítico autobús de nombre Priscilla, en el que viajan tres reinonas por el desierto australiano con la única intención de cumplir sus sueños y alegrando los días a aquellos con los que se cruzan. Remake a la española del musical que se estrenó en Sidney en 2006 en el West End londinense, no sólo hará bailar al público de Madrid al ritmo de divas del pop como Madonna, Tina Turner, Donna Summer o Gloria Gaynor, sino que además lo harán simultáneamente en otras partes del mundo como Seúl, Atenas y Manila, como así han anunciado en una rueda de prensa su director, Dean Bryant, los productores ejecutivos, Marcos Cámara y Juan José Rivero.
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Eso sí, este festival drag convertido en musical no sólo reposará en la capital española, sino que también viajará por distintos puntos de la geografía española “al menos durante dos temporadas más”. Y para aquellos que deseen empaparse un poco de este mundo de fantasía sobre tacones y purpurina pueden comenzar viendo desde la comodidad de sus salones la película homónima dirigida por Stephan Elliot en 1994, que se hizo con un Oscar a mejor diseño de vestuario. Y es que si algo es de subrayar además del hecho de que Mauricio Colmenero se mete a drag, es que lo hace con estilazo y buen ritmo.
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