Una de las formas más originales de realizar trabajos en arte es con un material asequible y fácil de moldear. El alambre es una de estas materias primas que permite crear cualquier tipo de objeto, eso sí, bajo una habilidad y una destreza nada desdeñable. Desde pendientes, anillos, pulseras, broches, o incluso obras un poco más complicadas como hadas, animales… cualquier elemento puede ser modelado bajo un meticuloso trabajo de elaboración.

El ilustrador Mat Szulik se ha dado cuenta de las posibilidades que presenta este material y lo ha unido al diseño 3D. Con ello, y basándose en creaciones a partir de diseños hechos con formas poligonales, ha realizado una serie de esculturas sobre animales que habitan los bosques. El resultado han sido unas bonitas obras que alternan el color plateado del metal utilizado con el cobrizo, ya que el interior de muchas están realizadas en cobre.

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La búsqueda del contraste entre esos dos elementos es fundamental para entender que el interior no es nada sin el exterior que lo protege, que la piel sólo cubre un verdadero universo en marcha que habita en el interior de cada ser que habita este planeta. Un destello de luces que están muy en consonancia con las fiestas que se acercan.