Las modas van y viene. Sobre todo vienen y nos las venden como lo más trend del momento, a pesar de que nuestras madres o abuelas ya lo lucían en sus años mozos. No obstante, también cabe la posibilidad de que las modas vayan. Es decir, que lo que ahora está a la orden del día pase a ser una tendencia entre nuestros antepasados. Lógicamente esto sólo puede realizarse de dos formas: metiéndole prisa a los genios de la física cuántica para que presenten ya la máquina del tiempo que tanto esperamos o, algo más sencillo, confiamos en el buen hacer con las artes digitales de Cheyenne Randall.
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Esta artista de Seattle goza de una gran popularidad en las redes sociales, especialmente en Instagram, donde sus montajes fotográficos con estrellas del celuloide de ayer y hoy han despertado un gran interés. Iconos del celuloide como Marilyn Monroe, Sophia Loren o James Dean comparten protagonismo con ‘jóvenes’ promesas de la talla de Julia Roberts, Bruce Lee e incluso nuestro actor más internacional Javier Bardem, en algunas de las escenas míticas de su trabajo en la gran pantalla. Pero no sólo los únicos en lucir unos cuerpos completamente tatuados, ya que también han pasado por sus manos desde Einstein hasta Pablo Picasso, Whitney Houston, Elvis Presley o los duques de Cambridge con heredero en brazos incluido.
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Sus protagonistas pasan de lucir el glamour que impregna Hollywood al street art más casual en sus cuerpos, alguno de ellos cayendo incluso en la categoría popular de ‘chonis’ muy a su pesar. Y es que ya decía Aristóteles que la virtud está en el término medio y nuestros afamados protagonistas, siempre desde la visión de Randall, han caído en el exceso luciendo desde calaveras hasta arañas u otros animales, rosas o flores de loto, símbolos étnicos, u composiciones geométricas en su piel.
Siguiendo los pasos de Randall a la hora de customizar la piel de nuestras celebrities con tinta –en este caso digital y a golpe de clic- un peculiar compendio de imágenes realizadas por la página web Worth1000, que ha pululado por la Red para escoger los mejores trabajos con la temática que hoy tratamos. Son muchos los artistas del Photoshop y demás herramientas de edición fotográfica que consideran que las famosas –en este caso son todas féminas- habrían caído en la tentación de adornar sus privilegiadas curvas de no haber entrado en la fama. Algunas de ellas, como es el caso de Angelina Jolie o Lady Gaga, caen en las manos de estos artistas del artificio digital para plagar aún más si cabe de tatuajes sus deseados cuerpos. Quizá Madona o Jennifer Aniston, también protagonistas de esta particular galería, tomen nota y manden conectar la máquina de tatuar o simplemente se decanten por las calcomanías. Tiempo al tiempo.
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