Provocadoras, incómodas, bellas,  insolentes… Muchos son los adjetivos que podrían ser aplicables a las instantáneas de  Marcel van der Vlugt. Este fotógrafo proveniente de los Países Bajos se ha empeñado por buscar la belleza en cada rincón, desde distintas perspectivas y plasmadas con diferentes estéticas.

Fotógrafo de moda y también publicitario, Van der Vlugt ofrece sin embargo su carácter más inquietante y rebelde en su faceta artística independiente donde expresa toda la pasión, la sensualidad y la audacia que caracterizan sus obras. Graduado en la Escuela de Fotografía de La Haya, este artista ha realizado campañas para reconocidas marcas como L’Oreal o American Express y ha expuesto en galerías de toda Europa, entre las que se incluyen Barcelona, Londres y París.

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Muchos son los contextos en los que explora su obsesiva búsqueda de belleza, una ardua tarea que le ha llevado a explorar  distintas facetas culturales, geográficas y estéticas. El mundo culinario no podría eludir ser de uno de ellos dada su profunda e histórica relación con la expresión artística y por ello este artista  ha decidido plasmar el carácter gastronómico más íntimo y de pleno contacto con el ser humano, una complicidad con la comida y los alimentos que Van der Vlugt expresa bajo su objetivo con una original metáfora visual: una segunda piel. 

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Sensibilidad pero también desconcierto son algunas de las sensaciones que sugieren las obras de su serie ‘I like’. Estos retratos de mujeres cuentan con un denominador común: todas ellas muestran distintos alimentos e ingredientes sobre su rostro como una curiosa pero también natural envoltura. Este artista ha inmortalizado bajo su objetivo productos como el queso, el chocolate, la miel e incluso el jamón como una original ‘epidermis comestible’, como una propia extensión del ser humano.

No es la única serie en la que Van der Vlugt ha utilizado la comida como una herramienta  más de la composición. ‘Sensual Pleasures’ dedica igualmente un apasionado homenaje a los alimentos. Naturalidad, deseo y, de nuevo, la exaltación de la belleza, ofrecen una conjunción perfecta en esta serie que expresa pura sensualidad.

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La belleza siempre está presente ya sea a la hora de mostrar su paso por el tiempo, su persecución, sus ideales icónicos, su esencia  en distintas perspectivas, texturas, contextos, razas y matices…  Su colección ‘How to read beauty’ plasma la belleza desde una original apariencia literaria, mientras que ‘Greetings from beauty’ tiene su escenario en una ciudad de Kentucky con idéntico nombre. ‘My name is beauty’ nos ofrece hermosos retratos en un hermoso primer plano… Sus series son sólo una pequeña  muestra del homenaje que realiza a  la belleza, a una concepción abstracta y subjetiva que este artista sabe plasmar en todo su esplendor y su versatilidad.

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Su obra gira en torno a ella, aunque en ocasiones camina de forma sorprendentemente natural de la mano de la provocación y la incomodidad. Basta contemplar las fotografías que incluye en su serie  ‘A new day’ para comprobar esta dualidad de sensaciones.

Retratos, campañas publicitarias, música, luces, creaciones audiovisuales… toda ‘excusa’ y cualquier herramienta  es buena para este artista a la hora de captar la belleza y cautivar al espectador ya sea desde la contemplación o desde el desconcierto.