La neotaberna castiza Tilda fusiona el arte más atrevido con el toque indie de los platos más castizos de Madrid

Además, entrar en la neotaberna castiza, en la calle San Bernardo 48, recuerda a entrar en una de las librerías más legendarias de Madrid, Fuentetaja, que hace años estaba en el mismo edificio. Es más, hoy el llamativo interiorismo se inspira en ese ambiente de librería.

Detrás de los grandes ventanales encontramos el mural de 30 metros del artista colombiano Creto. Los anfitriones de SmartRental prometen que el arte más actual e irreverente tendrá constante presencia en Tilda. Es más, el nombre de la taberna está inspirado en una obra de la artista Ángeles Agrela. Pero además, Tilda se encuentra en el Akeah hotel Gran Vía Adults Only. Es el nuevo y más rompedor edificio en una de las calles más castizas del centro de Madrid.  

El nuevo espacio gastronómico ofrece lo mejor del sabor más tradicional, pero con un toque internacional y canalla. Dicho de otra forma, la chulería de Madriz transformada en platos. Con Z y sin acento, nos cuentan los anfitriones.

Así, el bocata de calamares, uno de los eternos clásicos de Madrid, viene en pan de brioche ligerísimamente dulce, toque de color con ali oli de yuzu negro y calamar crujiente. Y el tradicional cocido madrileño tiene formato de Ramen madrileño cocido durante 48 horas. Más platos típicos sorprendentes: las Patatas bravas con base de chile rocoto o el Ssäm de panceta a baja temperatura con encurtido casero de pepinillo y mayo asiática.

De postre, la Torrija infusionada en leche de coco, lima kéfir y lemon grass y el Soufflé de chocolate, presentado en taza junto a dos churros para “mojar” y “con toda la chulería de Madriz”.

La carta de Tilda está diseñada por el chef ejecutivo Mauricio Rodríguez. Es responsable, además, de la propuesta gastronómica de Ella Sky Bar Madrid (Gran Vía 42, Planta 10) y Osadía (c/ Gran Vía, 14). Cocinero por vocación, desde los ocho años no se separaba de los canales de cocina. De esta forma, desde muy pequeño se aficionó a la gastronomía. Hoy cuenta con una trayectoria gastro de más de 14 años. Su secreto mejor guardado es su gran afición por la música. Le gusta tocar la guitarra y hasta tiene una banda. No es de extrañar que le encantaría cocinar para algún músico famoso. Como por ejemplo, para el vocalista de los Rolling Stones, Mick Jagger.