Corren tiempos complicados para el conceptualismo en las esferas musicales. Mientras el mainstream, el indie, el reguetón o el rap devoran las listas de ventas y alienan los gustos de los espectadores, escasos son los espacios de exploración sonora que, si bien siguen existiendo, no gozan del apoyo mediático de antaño.

Con la vuelta de Roger Waters, tras 25 años sin publicar un disco y 40 desde el lanzamiento de su obra magna ‘The Wall’ como líder de Pink Floyd, ese despertar puede estar un poco más cercano. O quizás sólo sea un espejismo. Las preocupaciones son las mismas, la desolación y el nihilismo imperante en la generación millenial hace que aquel mensaje tan crudo del músico británico -fiel reflejo de aquella sociedad que vivía la Guerra Fría en tensión desde el salón de sus casas- carezca de validez hoy en día. Porque los tiempos han cambiado y nosotros no somos los mismos.

La búsqueda de la espiritualidad en la naturaleza.

Por ello, aunque el significante haya mutado, no ha sido así su significado. En esa búsqueda perpetua por ampliar el lenguaje universal de la música se encuentra Sam Shepherd, más conocido como Floating Points. Este neurocirujano, compositor y multi-instrumentalista originario de Manchester, continua expandiendo su propio universo desde que en 2008 apareciera tímidamente en el circuito electrónico hasta su irrupción definitiva en 2015 con su primer larga duración ‘Elaenia’ que, esta vez sí, le valió el reconocimiento de la prensa especializada.

Tras publicar el año pasado un EP ‘Kuiper’, Floating Points vuelve a renovar su apuesta, esta vez de la mano de la cineasta española Anna Diaz –quien ya colaboró con el músico en el vídeo de ‘Shilhouetes’ de 2015-. Junto a la directora han creado ‘Reflections – Mojave Desert’, un filme de 27 minutos grabado en el desierto de Mojave. «Mientras estábamos tocando y explorando el área que nos rodeaba -el sonido que se reflejaba entre las rocas, el sonido del viento entre ellas, la completa tranquilidad de la noche y los sonidos de coyotes ambulantes a lo lejos, provocaron que usáramos este paisaje como nuestro propio estudio de grabación», confesaba Shepherd en el comunicado de prensa. Por el momento conocemos dos adelantos de este nuevo y espirituoso proyecto.