El mundo de la miniatura es el gran desconocido para una amplia parte del arte. En sí, el término empezó designando a los maravillosos libros ilustrados que surgieron durante la Edad Media en toda Europa y que decoraban las páginas de textos sagrados, en un principio, y profanos, posteriormente, con imágenes de vivos colores y formas delicadas. Los talleres más famosos eran los flamencos que, posteriormente, darían paso a la pintura gótica tan descriptiva, detallada y meticulosa que haría conocida artistas tan importantes como Van der Weyden, Bouts, Memling o Van Eyck.
[photomosaic ids=»48343,48344″]
La miniatura actual poco tiene que ver con estos preciados tesoros del medievo y sirve para designar obras con un tamaño mucho más pequeño del habitual. La artista holandesa Vera van Wolferen es una gran conocedora de las disciplinas escultóricas, en particular de la talla en madera, y del arte de la miniatura de su país natal. Por ello, Vera ha desarrollado su obra bajo la destreza de lo pequeño, creando verdaderas obras de arte que recogen el mundo más ingenuo e infantil.
[photomosaic ids=»48345,48346″]
Estas obras de pequeño tamaño recogen una serie de pequeñas historias y de pequeños mundos que aparecen encapsulados en pequeños frascos de cristal, capturando ese instante e inmortalizándolo para siempre. El trabajo es meticuloso hasta el final pero la artista lo disfruta al máximo dejando al descubierto su particular forma de concebir el arte y la vida.
Deja una respuesta