Mucho se ha hablado y se hablará en los próximos días de una de las vueltas más esperadas de las sagas acontecidas los últimos años: Los juegos del hambre está de nuevo de estreno con la primera de las dos partes que pondrán fin en pantalla a esta saga literaria de Suzanne Collins sobre la manipulación mediática y el paso de la adolescencia a la edad adulta.
Después del exitazo de las dos primeras películas de la saga y, sobre todo, de las emociones proporcionadas por la segunda de ellas, fue inevitable sentir cierta decepción cuando supimos que la tercera entrega de la trilogía sería dividida en dos partes. La decisión, pese a todo, es bien lógica atendiendo a los rendimientos económicos que puedan derivarse de ambas entregas, pero, desde el punto de vista narrativo (y más, para quien ha leído las novelas) esta elección de dividir la última etapa de Los Juegos del Hambre en dos películas, es poco menos que equivocada. Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero déjennos recordar a nuestro adorado Bilbo Baggins perdido por la Tierra Media durante las que serán tres (innecesarias) películas. Toda una odisea que si en el libro fue la mar de trepidante, en el cine está resultando de lo más … pausada.
Hay en Sinsajo p.1, una parte que de alguna u otra manera no logra emocionar (al menos no como lo supo hacer En Llamas), los efectos especiales son algo pobres y esto tampoco ayuda… es en parte como un regreso a la primera película, en lugar de un avance. Sin embargo, en el sentido narrativo y a pesar de no contener toda la acción que se podía esperar, la película sí que es necesaria para completar el viaje de Katniss. Es quizás menos blockbuster pero es más introspectiva y más íntima de cara a los personajes. La maniobra es sin duda inteligente: quien no busque un blockbuster, quizá salga contento del cine; y quien sí lo busque estará tan cegado por el fenómeno fan que provoca esta saga que saldrá del cine contento igualmente.
Además, si algo hay que destacar de Sinsajo parte 1, es que definitivamente han echado el resto. Y es que acompañan a Katniss (que por si alguien aún no lo sabe, está interpretada por la ganadora del Oscar Jennifer Lawrence) en su camino una infinidad de secundarios de lujo, y no exageramos ni un pelo: Julianne Moore como la presidenta Alma Coin, líder del último bastión de los rebeldes, el Distrito 13; Phillip Seymour Hoffman en el que fue su último rodaje antes de fallecer, Donald Sutherland, Natalie Dormer o Sam Claflin, cuyo personaje tiene una importancia reveladora.
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Sinsajo parte 1, cuenta también con un inteligente manejo de la propaganda, mensajes , eslóganes y un sin fin de parafernalia de autopromoción política repartida por las diferentes secuencias de la película. Es imposible no recaer una y otra vez en el alarmante pensamiento de que todo resulta excesivamente familiar a los ojos de un ciudadano medio del siglo XXI que ha acudido al cine a ver una película de ciencia ficción. Una vez más, la literatura y el cine abriéndonos los ojos. Y lo que nos queda.
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