A todas nos gusta estar perfectas en cualquier ocasión. Por eso, usamos el maquillaje para resaltar y potenciar la belleza natural haciendo que destaquen nuestros rasgos más bellos, mientras que disimulamos las pequeñas imperfecciones. Pero, como muchas cosas en la vida, hay que tener mucho cuidado con su uso para no parecer que acabamos de salir de trabajar en el circo. Porque el maquillaje ayuda, pero a veces, puede tener el efecto contrario. ¿Cuántas veces habéis visto a chicas monísimas pintadas como auténticos cuadros y habéis pensado “OMG ,¡qué manera de estropearse!».
Hoy, en MalaTinta Magazine, hacemos un llamamiento para decir NO a los cinco de los errores –por no decir horrores –más típicos que se suelen cometer y os damos algunos consejos para evitarlos.
Base de maquillaje incorrecta: el efecto careta
ERROR: Utilizar un maquillaje más claro o mucho más oscuro a la tonalidad de nuestra piel; aplicar la base únicamente en el rostro sin difuminarla en el cuello o abusar de la cantidad de producto, son algunas de las meteduras de pata más comunes en cuanto al maquillaje se refiere.
CONSEJO: Para evitar estos desaciertos es recomendable limpiar e hidratar bien la cara antes de maquillarnos, probar el tono de maquillaje en la zona del cuello y, una vez que sepamos que es el adecuado, expandirlo por todas las zonas visibles. Además, humedeciendo la esponja –en el caso de que optéis por ella –conseguiréis un efecto más natural.
Corrector de ojera inapropiado: el oso panda invertido
ERROR: Cuando no se cuida el exceso, el color exacto y la manera de aplicar el corrector, tenemos un auténtico problema. Un tono demasiado claro y denso conseguirá dar un efecto a lo panda invertido, acentuando aún más la ojera.
CONSEJO: A la hora de elegir un corrector, hay que escoger un color semejante a la tonalidad de la piel, de manera que ilumine y proporcione frescura y sencillez al contorno de ojos. Lo ideal para adaptar el producto y fusionarlo perfectamente con la base de maquillaje es utilizar un pincel de pelo sintético, acompañado de pequeños toquecitos con el dedo anular. Después, para fijarlo a la base, los polvos translucidos serán la solución.
¡Ojo con el colorete!: el efecto Heidi
ERROR: A veces, más rubor de la cuenta en una zona equivocada puede jugar malas pasadas. Los famosos coloretes a lo Heidi bien cargados y redondeados no son nada estéticos, ya que son exagerados y dan sensación de fantasía. Y no, tampoco son adecuados ni nada estéticos los matices demasiado brillantes u oscuros.
CONSEJO: Saber vuestro tono de colorete es sencillo: ¿de qué color se sonrojan vuestras mejillas?. Ahí tenéis la respuesta. El quid de la cuestión está en saber difuminarlo y fusionarlo con el color de nuestro rostro. Si deseáis hundir el pómulo, aplicadlo justo debajo de dicha zona, pero si vuestra intención es la contraria, acomodad el producto en los mofletes y trabajadlo con lo ya explicado.
El rímel y sus descuidos: grumos y pegotes
ERROR: ¿Quién no se ha manchado el párpado al maquillarse las pestañas? Los errores más habituales suelen ser por el exceso de capas y la falta de máscara de pestañas en la raíz. Es cierto que cuantas más capas, más volumen se consigue. Pero cuidado, no siempre queda bien, ya que pueden formarse los antiestéticos grumos que endurecen y desordenan el efecto.
CONSEJO: Lo ideal para evitar este fallo es dar dos capitas seguidas sin esperar a que la primera se seque del todo. Además, si lo requiere, incluso se puede dar una tercera en las puntas. Para no fastidiar las sombras anteriormente aplicadas con las conocidas salpicaduras del rímel, es mejor prevenir y colocar en nuestro parpado un pincel de lengüeta ancha. Este actuará como protector, mientras la otra mano fija la máscara sin miedo a pringarnos.
Perfiladores labiales: el efecto Carmen de Mairena.
ERROR: Además de manchar los dientes de carmín, los labios deshidratados y usar todo tipo de labiales sobre la boca cuarteada, logra un acabado descuidado. En el caso de perfilar los bordes del labio por fuera, podemos llegar a tener un rollito similar al de Carmen de Mairena.
CONSEJO: El perfilador cobra su sentido cuando sigue la línea del propio labio y traza un contorno elegante a juego con el mismo tono del pintalabios. Y cuidado con los perfiladores de colores oscuros, ya que suelen dar apariencia de más edad y no es eso lo que queremos, ¿no?.
Y para terminar, os dejamos un vídeo de cómo NO maquillarse…
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