Una de las claves del verano es la alegría y el color que desprende. La llegada del sol a nuestras vidas parece un bálsamo de energía que nos reconforta por minutos. Es imposible pensar en un mes de julio sin sus olas de calor, sin la llegada del polvo sahariano y sin poder freír un huevo en la acera de cualquier capital del sur de España. El verano y el sol son la alegría de vivir de este país.

Por ello, el estudio de diseño y arquitectura AZAB ha tomado como “leit motiv” de su sello personal llenar de luz y color cualquier proyecto que se le presente. Uno de los ejemplos más recientes ha sido la decoración interior de un piso en la ciudad de Bilbao. Construido a finales de los años sesenta, el inmueble tiene una bonita distribución y consta de 150 metros cuadrados donde AZAB ha desarrollado toda su creatividad.
El proyecto inicial de AZAB para esta casa consistía en reformar la cocina, el pasillo, la entrada y el salón. Reconvertir los usos de la vivienda y adaptarla a las necesidades actuales de sus inquilinos, sin perder la conexión con los sesenta fue todo un reto innovador para el equipo. Pero el resultado ha sido más que satisfactorio.
El suelo de la cocina y el hall está revestido de azulejos de colores, en tonos rosados a rojizos pasando por verdes y azulados, otorgándole una personalidad propia y marcada. El tono elegido para las baldosas tiene que ver con el elegido para cubrir las paredes de esa zona de la vivienda y los muebles, en tonos verdosos.
El pasillo y el salón quedan vestidos con una moqueta de colores, en los mismos tonos del suelo de la cocina y el hall de entrada. En el pasillo se ha instalado un armario, en madera de sapelly, de color rojo. El salón tiene una curiosa combinación de muebles de corte clásico, la moqueta y un armario de tono rojo, también en sapelly, que le da un aire novedoso y poco visto.

AZAB ha creado así una casa diferente, poco usual, provocativa, alegre y bien compenetrada. Los colores fluyen en armonía por toda la vivienda, guardando relación entre ellos. No resulta una combinación violenta ni tampoco monótona. El equilibrio está así conseguido con una arriesgada puesta en escena.
Deja una respuesta