Como una invitada fugaz que observa en silencio mientras lanza su mirada desde arriba… así se introduce Lee Price en los espacios íntimos, solitarios y privados en los que ellas han dado rienda suelta a la compulsiva ingesta de alimentos.

Esta pintora realista figurativa procedente de New York lleva veinte años retratando con su óleo cargado de detalles a diversas mujeres, y en esta ocasión, capturadas en plena crisis de autocontrol.

Price es capaz de plasmar, con la minuciosidad de una fotografía a vista de pájaro y a través de autoretratos que ponen rostro a múltiples caras femeninas, estas conductas obsesivas, ineludibles e irreflexivas, esa lucha de algunas mujeres con su propio cuerpo a través de sus obras hiperrealistas.

Sus instantáneas inmortalizan el instante en el que ellas se descubren a sí mismas en aquellos momentos secretos en los que se deleitan buscando una solución inexistente en unos alimentos cargados de culpa, un consuelo temporal a través de efímeros  instantes de placer en la comida a la que adjudican cualidades ficticias que exprimen hasta la saciedad más obsesiva.

Vergüenza, intimidad, adicción… se retratan con un hiperrealismo sorprendente en las bañeras, camas y cuartos de baño, espacios privados en los que Price se ‘cuela’ para mostrar a través de una ilusión perfilada al óleo, semejante a una experiencia extracorpórea, las complicadas relaciones entre comida y mujeres en ocasiones, por un lado, y los comportamientos fuera de control y sin posibilidad de contención por otro.

Esta comida más emocional que nunca se desenvuelve sin disciplina en espacios tan íntimos como inusuales para disponerse a comer, espacios que sirven de escenario no sólo para expresar la falta de autocontrol sino también la pérdida del tiempo.

Sin censura ni juicios, Lee Price se pregunta qué es lo que verdaderamente nos alimenta y plasma con sumo realismo a mujeres en una soledad consciente acompañadas por el desgaste de tiempo y energía perdido en alimentar las obsesiones y la incomodidad ante su propio cuerpo, siempre demasiado grande o pequeño, pero nunca idóneo ni adecuado… una idea recurrente  en la conocida obra ‘Alicia en el País de las Maravillas’ para esta artista.

Platos vacíos en la bañera, camas repletas de dulces ingeridos de forma compulsiva, durmiendo entre melocotones... Sus obras han experimentado igualmente un proceso sobre el comportamiento ante la comida, si bien las primeras capturan momentos de acción compulsiva, ésta última refleja una transición, de la ‘comida basura’ a la sana alimentación, de la obsesión a la capacidad de permanecer indiferente ante ella  e incluso dormida.

Descubre en este vídeo más claves esenciales de esta artista: