La fotografía es ese arte que tiene la facilidad de capturar un instante y que permanezca para siempre retratado. Cada día, cada mes, cada año, los objetivos se disparan intentando captar un emotivo encuentro, un nefasto acontecimiento, lo más salvaje de la vida animal, lo sublime de la naturaleza en todo su potencial. Cualquier elemento de este planeta se convierte en protagonista del objetivo porque, todos saben, que la belleza de este mundo está por encima de los seres que lo pueblan.
Y este año hay dos instantáneas que merecen ser mencionadas como fotos del año. Aunque, aún, quedan unos meses que pueden deparar alguna que otra sorpresa y superar a estas dos en muchos aspectos. La primera de ellas tiene relación con un fenómeno cósmico que se ha podido contemplar el pasado 21 de agosto. Se trata del eclipse solar que pudo ser observado en tu totalidad en el continente americano. El autor ha sido el fotógrafo francés Stephane Vetter, quien se trasladó al lago Magone, situado en el estado de Oregon, para captar unas increíbles instantáneas sobre este bonito fenómeno que ocurre cada pocos años.
El resultado final de la imagen es una fusión de una secuencia de instantáneas capturadas cada 15 minutos desde cuatro horas antes de que comenzara el fenómeno hasta la puesta de sol de ese día. La imagen recoge el recorrido del sol y se puede observar en la parte superior izquierda los momentos que corresponden al eclipse. El árbol central y los efectos lumínicos de la parte inferior ayudan a equilibrar la composición y la hacen mucho más original y llamativa, sin restarle importancia al resto de la composición.
La segunda imagen ha sido elegida por el prestigioso jurado del Bird Photographer of the Year, formado por miembros de la asociación Nature Photographers LTD y la British Trust for Ornithology. El trabajo ganador ha sido el de Alejandro Prieto Rojas, con una fotografía que recoge a los flamencos siendo alimentados por sus progenitores. La instantánea fue tomada en la localidad costera de Yucatán conocida como Río Lagartos, en México, una reserva ecológica de gran importancia y con una colonia de estas aves muy apreciada. La belleza de esta imagen destaca por la mezcla de los colores rosados de los flamencos adultos y el grisáceo de las plumas de los infantes, ante un arenal y un cielo azul grisáceo que enmarcan la estampa.
Aunque hasta finales de este año no se conocerá al ganador de la fotografía del 2017 con estas dos imágenes se puede decir que el reto es mayúsculo. Y, a pesar de que estos trabajos son de una gran creatividad, el primero, y de una emotiva belleza, el segundo, seguro que durante estos meses muchos artistas fotográficos van a sorprendernos con sus imágenes.
Fotografía de portada del finalista Markus Veresvuo.
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