Un bosque de árboles llamado Stringybark. Un lugar inigualable donde establecer una vivienda. Un equipo de arquitectos liderado por Paul Morgan. Un proyecto de pequeña envergadura en la zona montañosa de la región de Victoria, en el sureste de Australia. Como resultado, una cabaña llamada Trunk House que no pasa desapercibida.

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El proyecto en sí consistía en crear una casa-cabaña de dos plantas en el hermoso bosque de Stringybark. En este lugar se pueden encontrar restos óseos de canguros y ovejas. La forma de los huesos se ha utilizado como modelo para la decoración en todo el edificio. Para ello, se utilizaron las bifurcaciones naturales de los troncos de los árboles. Basta con observar las vigas de madera que sostienen el pórtico exterior de la vivienda. Un techo saledizo es sostenido por estas columnas en zig-zag que marcan la entrada principal de la vivienda.

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La utilización de estas vigas-huesos tiene una finalidad constructiva. Por una parte, resultan un elemento de gran fuerza para sostener el peso del tejado; por otra, el empleo de un sistema radiante de vigas de madera complementan la estructura, dando mayor resistencia y estabilidad a la construcción. Aquellos troncos más avejentados fueron utilizados para cubrir el suelo de la cabaña, uniéndolos con piezas de metal internas para darles mayor cohesión.

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La vivienda está articulada en torno a una sala de estar con cocina, que distribuye el resto del espacio entre dos habitaciones y un baño. Todo el espacio interior está realizado en madera para darle uniformidad al conjunto. A su vez, la vivienda se integra en el bosque donde se localiza, no sólo por emplear la madera como elemento constructivo sino también por utilizar la madera de los árboles talados in situ como material para poder construir la cabaña.

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El resultado es un hábitat de pequeño tamaño que se integra en el paisaje y está en contacto con la vida animal. Cabe resaltar que la cabaña se utiliza con fines musicales y que, en un principio, se buscaba el contacto con el canto de los pájaros como elemento de unión con la naturaleza. Y no sólo resulta una casa ecológica por los materiales que emplea o el lugar donde se ubica. Es también una vivienda que sigue la tradición arquitectónica australiana y que conecta con las estructuras aborígenes de las primitivas chozas de las tribus que habitaban el lugar.

 

Fotos de Peter Bennetts