Muchos han acusado a Sonia Monroy de “montajista” sin escrúpulos, cuando seguramente la actriz tenga una buena explicación a todo el revuelo surgido durante la ceremonia de los Premios Oscar 2015. Mientras que esta explicación llega, narraremos los hechos con las pruebas con las que contamos sobre la mesa y que, por el momento, juegan en su contra. Cartas arriba. Sonia, estás nominada. No a mejor actriz de reparto –mucho menos de protagonista–, sino a abandonar la alfombra roja del Dolby Theatre, donde tuvo lugar la 87º edición de la fiesta grande del cine en Hollywwod.
En esta ocasión no ha sido ‘El Super’, ni Mercedes Milá, ni Jordi González los encargados de anunciar que Sonia Monroy estaba nominada a dejar de pisar la red carpet, sino los miembros de seguridad del edificio alarmados por el espectáculo que allí se estaba ofreciendo. Esto ocurrió el sábado, cuando cualquier curioso de a pie podía fotografiarse donde en pocas horas estarían las grandes estrellas del celuloide. Sonia, no estás invitada. Sin embargo, a la protagonista se le fue el santo al cielo y no compartió con sus seguidores de las redes sociales lo que vivió. Lo hizo un día después, el domingo, mientras la gala de los Oscar estaba en pleno apogeo, lo que dio pie a una confusión: ¿Realmente Sonia Monroy está allí? Sí, pero no. Trampa.
La catalana se paseó por la alfombra roja ataviada con un modelito muy patriótico, que ella misma confeccionó en su hogar. La parte de arriba de encaje rojo poco o nada dejaba a la imaginación, mientras que la parte inferior de su peculiar atuendo consistía en una bandera de España. Esa patria que parece no querer ofrecerle una segunda oportunidad y de la que tuvo que emigrar para labrarse un futuro en la Meca del Cine.
Subrayamos que todo aconteció el sábado, pero ella prefirió darlo a conocer el domingo. Explicó cómo no le habían dejado formar parte de la horda de estrellas que accedían al interior del edificio. Se quedó en la puerta. Llorando. Como así mostró en su perfil de Instagram. Pero el sábado no había estrellas, pero sí se estrelló más de una. La agencia Getty Images fue testigo del barullo que se generó y fechó las imágenes de lo ocurrido el día 21 de febrero, el día de los preparativos, cuando se contaban los canapés para que nadie se quedase sin probar el sándwich de atún con pimiento rojo. Quizá no había suficientes y por eso nuestra internacional actriz, que actualmente triunfa en una telenovela grabada en Miami, no pudo catarlos. Sonia, tranquila, que ya llegará tu turno y todos esos que ahora se ríen de tu simpática fechoría un día suplicarán para que les concedas una entrevista sobre la alfombra roja. Diles que no y llámame corriendo. Quiero la exclusiva. Sólo nosotros conocemos el precio de la fama, pero yo no tengo suelto.
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