La resaca de la actuación de Lady Gaga el pasado domingo en el descanso de la Super Bowl, aún persiste. La opinión pública coincide unánimemente en que el portentoso show mostrado por la artista es ya, junto a la actuación de Michael Jackson en 1993, la mejor de la historia.
Este año, la final de la NFL, congregó a 111,3 millones de espectadores, igualando el registro del año pasado, tan sólo por detrás de su máximo histórico en 2015 con 114,4 millones de espectadores, por lo que el impacto económico es innegable. Si en 2015 cada spot publicitario de 30 segundos costaba a cada anunciante una media de 4,5 millones, en esta edición de 2017 las cifras aumentaron considerablemente hasta alcanzar los 5 millones de dólares.
La verdadera repercusión de la Super Bowl
De entre toda esta maraña de cifras es importante resaltar que ninguno de los artistas que actúan en el descanso del evento, cobra siquiera un dólar directo por parte de la propia NFL, que si bien, se hace cargo de todos los costes de producción. Estos se han visto aumentados desde la actuación de The Black Eyed Peas en 2011, situando los costes medios en 600.000 dólares, disparándose –según fuentes oficiales- hasta los 10 millones tras la actuación de Lady Gaga.
Entre las ediciones de 2014 y 2015 se especuló con la posibilidad de que la NFL cobrara una cuota fija o un porcentaje de los beneficios de las giras posteriores de los artistas tras su actuación en el descanso. Katy Perry, quien actuó en 2015 -sin publicar nuevo material desde 2013- afirmó que, de ser así, ella no participaría. Curiosamente, tanto ella como Bruno Mars, han cedido su imagen a Pepsi –patrocinador oficial de la Super Bowl- bajo contratos millonarios.
Los artistas conocen bien el tremendo poder mediático de estas actuaciones de apenas 12 minutos. Según la revista Forbes, tras la actuación de Bruno Mars, junto a Red Hot Chili Peppers en 2014, su álbum ‘Unorthodox Jukebox’, escaló cuatro puestos en las lista del Billboard 200 –concretamente del nº 7 al nº 3- así como las ventas del mismo, las cuales se incrementaron un 92%, con la venta de 81.000 unidades en la semana posterior a la Super Bowl. Del mismo modo que ‘4’, el cuarto álbum de Beyoncé, incrementó sus ventas un 59% tras su show de 2013 junto a sus compañeras de Destiny’s Child. En 2012, tras el concierto de Madonna, sus clásicos “Vogue” y “Like a Prayer” –interpretados al inició y el cierre del show- incrementaron sus ventas en las principales plataformas de descarga y streaming en un 1033% y 2047% respectivamente.
La estrategia de Lady Gaga
En la estrategia seguida por la cantante existen varios puntos a tener en cuenta: por un lado, la elección de los temas para su show, en los que tiró de grandes éxitos y obvió los temas de su último disco. Se esperaba que Gaga realizara algún mensaje político durante los 12 minutos de su actuación, pero lejos de politizar su discurso de una manera directa, lo hizo a través de la interpretación de ‘This Land Is Your Land’, el clásico que en la década de los 40 popularizó Woody Guthrie y en la que incluía referencias políticas que simpatizaban con el comunismo. Del mismo modo que la interpretación de “Born This Way” ha significado un guiño al colectivo LGTB ya que es considerado el ‘himno de los marginados’. Todo un alegato sobre el amor y la igualdad.
El golpe de efecto ha venido a posteriori. Según los datos proporcionados por Nielsen SoundScan para Billboard, Lady Gaga vendió 150.000 copias de su material discográfico el mismo domingo 5 de febrero, suponiendo un incremento del 1000% con respecto al día anterior. 125.000 de estas ventas fueron a través de descargas de algunos de sus sencillos como “Million Reasons” -45.000 descargas y un aumento del 900%-, “Bad Romance” -13.000 descargas y un aumento del 1525%-, “Born This Way” -12.000 descargas y un aumento del 2202%-, y “Poker Face” -10.000 descargas y un aumento del 1217%-. Esto también sirvió para que su último álbum ‘Joanne’, que a pesar de haber sido número 1 en ventas en Estados Unidos ha obtenido peores cifras que discos anteriores, incrementara sus ventas un 1077% con 12.000 descargas, así como ‘The Fame Monster’ con cerca de 6.000 unidades despachadas.
El martes, a través de su web GagaDaily, se confirmaban las fechas de su ‘Joanne World Tour’ para este 2017–que pasará por Barcelona el 22 de septiembre-, aprovechando el tirón que ella misma presuponía que iba a tener su espectacular actuación del domingo. Pero no contenta con el tremendo poder comercial de cada uno de los pasos dados -perfectamente estudiados- se ha confirmado su actuación para este domingo junto a Metallica en la gala de los Grammy.
En definitiva, a pesar de que las cifras de ventas de estos artistas antes de la Super Bowl no se acerquen a las de épocas de bonanza de la industria, el impacto que sus shows tienen posteriormente les benefician notablemente, convirtiendo sus actuaciones en verdaderas maniobras de marketing.
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