En Anglet, en la costa vasca francesa, a pocos kilómetros del centro de Biarritz, Brindos, Lac & Château nos recibe con una puesta de escena espectacular e insólita: 10 lodges flotantes sobre el lago privado más grande de Francia.

Hay, además, otras 29 suites pertenecientes al antiguo castillo y renovadas por los mejores artesanos locales. Todo esto en medio de un bosque que rodea el lago. Más las leyendas y los recuerdos de las interminables fiestas en los años 30 del siglo pasado. No es de extrañar, que en los varios meses que lleva “renacido” desde el pasado abril, Brindos, Lac & Château se haya convertido en uno de los alojamientos más espectaculares de Europa.

Además, Brindos, Lac & Château es la más reciente de las Maisons Millésime. El grupo francés Millésime ofrece una experiencia única y auténtica en cada una de sus Maisons. Para conseguirlo, adquiere emplazamientos excepcionales y emblemáticos de cada región. Luego las restaura respetando y potenciando su carácter único gracias a la extraordinaria habilidad de artesanos locales.

En el caso concreto de Brindos, Lac & Château, Alexandra y Philippe Monnin los creadores del Grupo Millesime, han querido sacar a relucir la esencia de la región y su historia, así como la gastronomía y el estilo de vida vasco.

Brindos es una de las casas más antiguas de Labort, o Lapurdi en vasco. Cuando Sir Reginald Wright, un apasionado del País Vasco, adquirió Brindos en los años 30 del siglo pasado, lo convirtió en una sede de celebraciones constantes.

Un lugar donde se bailaba muchas veces hasta el amanecer y donde la belleza se paseaba vestida de Chanel por las terrazas soleadas, mientras el lago era escenario de todo tipo de locuras. Los invitados navegaban a la caída de la tarde por sus aguas, desde donde contemplaban el castillo.

Serge Blanco, propietario desde el año 2000, quería preservar la herencia histórica de este lugar mítico dotándolo al mismo tiempo de modernidad y confort. Este jugador de rugby internacional del Olympique de Biarritz fue el responsable de la renovación magistral del castillo.

Enmarcado en un escenario de verdor y rodeado por bosques, frente a un lago en el que perder la mirada y con su arquitectura de inspiración morisca, Brindos, Lac & Chateau renace 20 años después. Guiada por sus orígenes vascos y su amor a la región, Marie-Christine Mecoen, directora artística de Millésime, ha soñado, diseñado y creado ambientes magníficos. Brindos, Lac & Chateau, es hasta ahora la casa más grande del grupo Millésime.

Cada uno de los materiales, las piezas de mobiliario y los accesorios han sido escogidos para contar e interpretar una historia. Se ha inspirado en la inmensidad y la pureza del agua, así como en la carpintería del Renacimiento español y el mobiliario de antaño.

Las 29 habitaciones se han renovado completamente de forma meticulosa, mezclando el ADN propio de Millésime con detalles del País Vasco. Al igual que en el resto del castillo, el mobiliario original (sillones, sofás, carpintería) se ha conservado, en muchas ocasiones incluso restaurado, añadiéndole fuertes elementos de modernidad.

Marie-Christine se ha rodeado de diseñadores franceses, como por ejemplo Jean-Vier para la creación de telas, cortinas y vajillas, Santano para objetos de bambú dorado, Maison de Vacances para los sofás, cojines y ropa de cama, Spiridon para las lámparas en cascada o Mise en Demeure para las lámparas de pie en forma de ramo de rosas. Gran parte de las piezas se buscó por toda Francia, algunas incluso antes de que empezaran los trabajos de renovación.

El lago toma protagonismo indiscutible gracias a la instalación de 10 lodges flotantes sostenibles. Son suites independientes sobre el agua y que solo son accesibles en pequeñas barcas eléctricas. En el lago se encuentra también un área flotante de spa y un pontón que sirve como espacio de restauración.



El restaurante panorámico, con su vista de 180° sobre el lago, ofrece una inmersión culinaria en la tradición vasca, salpimentada con aires de creatividad. La chef Flora Mikula ha creado una carta, ejecutada por el chef Hugo De La Barrière y formada por platos imprescindibles de la cocina vasca y de temporada. Los productos son seleccionados en Francia y España.

Mathieu Mandard, chef repostero y campeón de Francia en postres (2004), pone la nota dulce con un original menú (¡y carritos incluidos!) de postres formado por clásicos revisados: pastel de chocolate y cítricos, pasteles vascos, pastel Paris-Bayonne. El postre estrella es el borracho de ron, servido con el relleno y el licor de su elección.

Uno de los espacios más inesperados es La chocolatería: una colaboración exclusiva con el emblemático maestro chocolatero de Bayona Cazenave. Esta unión tiene sus raíces en la historia de la región: el chocolate llegó a Francia, más concretamente a Bayona, desde España en el año 1615 por el matrimonio de Luis XIII y Ana de Austria.

Aquí, el chocolate está presente en todas sus formas y se convierte en un verdadero espectáculo, ya que se prepara delante de los huéspedes. El hit: el famoso chocolate caliente espumoso, producto emblemático de la casa Cazenave.

Por su lado, el spa se ha instalado donde estuvo en su momento la zona de seminarios. Donde una vez hubo escritorios y sillas, ahora se cuentan las cabinas de tratamiento y las piscinas privadas.

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