Durante estos primeros días de septiembre, desde la NASA se han avistado numerosas llamaradas solares que pueden alcanzar el campo magnético de nuestro planeta. La preocupación de los científicos reside más en los efectos que las partículas emitidas por el astro rey pueden causar sobre los satélites y las comunicaciones actuales que por el evento en sí mismo. Una gran emisión de plasma solar podría causar auroras boreales en latitudes muy bajas del planeta Tierra, donde no es frecuente encontrarlas. Sin embargo, pese a lo catastrófico que suena todo ello, la belleza de estos fenómenos atmosféricos atrae la mirada de cualquier ser humano e incluso del objetivo de una cámara.

Suele ser en las altitudes más septentrionales donde aparecen las auroras boreales, siendo uno de los fenómenos más retratados por los fotógrafos profesionales y aficionados. Desde uno de los países nórdicos, el fotógrafo finés Mikko Lagerstedt ha realizado uno de sus últimos trabajos donde el cielo estrellado y otros fenómenos de la naturaleza se convierten en los protagonistas de su objetivo.

La belleza de las imágenes de este fotógrafo está muy relacionada con el descubrimiento de su actual profesión. Fue una casualidad, por así decirlo. Lagerstedt no se dedicaba a la fotografía profesional. Pero una noche de verano, realizando un viaje a la cabaña de unos parientes cercanos, pudo darse cuenta del efecto de la niebla en un bosque cercano después de un día de lluvia. Pensó que sería muy bonito capturar ese instante con su cámara. Y, así, fue comenzó su andadura por el mundo de la fotografía.

Sus imágenes resultan muy emotivas, con una carga sentimental y sensitiva que resultan abrumadoras. Solo basta observar el cielo cargado de estrellas que rara vez puede ser observado desde las grandes ciudades, donde la contaminación lumínica ha hecho que se pierda ese contacto con lo que una vez fue habitual.