Uno de los árboles que conforman parte del paisaje mediterráneo y es seña de identidad propia es el olivo. Cuando los fenicios llegaron a las costas de Ispnya, su intención era establecer un comercio próspero de sus productos con los pueblos que la habitaban. No tardaron mucho en establecerse y crear sus primeros asentamientos e introducir cultivos nuevos como el del olivo. Este oro verde no tardaría en ser conocido por toda la Península. Tal es así que, los romanos, extendieron su cultivo por toda la zona sur del territorio y lo convirtieron en su sello de identidad.

En un lugar de la Sierra de Tramontana, rodeado de olivos que crecen acariciados por los vientos del Mediterráneo, donde la firma de diseño Mar Plus Ask ha construido la conocida como Casa de los Olivos. Esta vivienda, que se camufla entre la espesura de los árboles, forma parte del paisaje. Parte de su estructura aprovecha unas terrazas de piedra naturales que han sido talladas para adaptarlas al diseño de la vivienda. Con ello, la integración en el entorno es completo y también queda al abrigo de los fuertes vientos que pueden soplar en el lugar.
La Casa de los Olivos se articula en dos construcciones. La primera alberga la cocina, el salón y un aseo. La segunda, un gran dormitorio y la ducha. La primera utiliza tonos morados en sus paredes. La segunda, tonos rosados. De esta forma, la utilidad de los espacios queda delimitado tanto en los colores empleados para diferenciarlos como en su ubicación.
La decoración interior de ambas zonas es muy rústica. Simplemente, contienen lo necesario para vivir. La cocina cuenta con una pileta y unos hornillos muy característicos de las zonas rurales. El resto del mobiliario tiende a ese mismo minimalismo rural. Todo está en sintonía con las características del lugar donde se ubica.

La Casa de los Olivos resulta así un lugar único y excepcional. Es propiedad de la firma Mar Plus Ask y puede ser alquilado como espacio de descanso e inspiración para multitud de artistas de diferentes ámbitos. Las Musas no podrían elegir un lugar mejor donde encontrarse.
Fotografía Piet Albert Goethals.
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