Nos despertamos en la plaza del Santo Cristo de la Vera Cruz en el casco antiguo de Marbella. El hotel Santo Cristo, un edificio centenario con un patio andaluz, está inspirado en un funduq musulmán.

En una esquina de la plaza destaca la entrada del hotel, cuya fachada cuenta con una portada de cantería y arenisca.

El hotel boutique Santo Cristo, el segundo bajo el nombre de La Ciudadela Marbella, tiene solo 15 habitaciones. Una balconada con jardineras y persianas de esparto conectan el presente y la tradición más puramente marbellí y andaluza. Además, dos impresionantes mosaicos realizados con azulejos de cerámica esmaltada en azul y blanco presiden el patio central. Inmediatamente, una pequeña fuente nos invita a la calma.

Materiales naturales como la madera, el esparto o el mimbre, aportan un toque rústico y cálido a las habitaciones. De igual manera, el encanto de Marbella, su historia artesana y sus artistas, está también presente gracias a los exclusivos lavabos realizados por la ceramista local Ana Ortiz. Estas piezas se integran en las encimeras, realizadas en madera y a medida para cada una de las habitaciones.

 

El rooftop del hotel Santo Cristo nos invita a disfrutar de una evocadora panorámica del conjunto histórico de Marbella: las iglesias del Santo Cristo y la Encarnación, pero también el perfil de Sierra Blanca a un lado y el Mar Mediterráneo al otro.

 La Ciudadela Marbella “reposiciona” la parte antigua como un lugar de referencia en la ciudad, recuperando así la autenticidad e identidad de uno de los cascos históricos con más encanto y mejor conservados de España. Es la Marbella evocadora, inspiradora, serena y pasional.

El hotel Santo Cristo también ofrece una serie de experiencias locales creadas por su departamento “La Ciudadela Bespoke”. Una jornada en el mar, una ruta histórica para conocer todos los secretos de Marbella, actividades deportivas.

O un espectacular paseo por la Sierra Blanca, entre castaños, cerezos, helechos y olivos. Además, una ruta que nos proporciona unos fondos de pantalla «naturales» de la Marbella más atractiva, entre mar y montaña.