Meterse con Donald Trump es un deporte de aventura no exento de peligros y, por supuesto, de grandes dosis de polémica. Si no que se lo comenten a la artista Karen Fiorito, encargada del diseño de la última obra de arte que ha escandalizado a los Estados Unidos por tener a su presidente como protagonista y la iconografía nazi como ingrediente sorpresa de este cóctel molotov listo para hacer explosión. Se le ocurrió diseñar una valla publicitaria criticando al mandatario y ahora se queja de que ha recibido una avalancha de amenazas, tal y como ha denunciado este lunes a las autoridades de Los Ángeles, California, donde su cartel ha brillado gracias a os flashes de los curiosos.

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“Vamos a ir a buscarte, eres un ser humano horrible, me han dicho”, son algunas de las amenazas que esta artista ha recibido en su buzón y que ponen en jaque su integridad física y emocional. Quizá no se lo pensó dos veces a la hora de exponer de tal manera sus ideas en una de las calles más transitadas de Phoenix, uno de los principales bastiones republicanos en los Estados Unidos.

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La imagen de la polémica es una composición formada por el rostro de Trump mirando hacia abajo y flaqueado por dos explosiones nucleares y dos símbolos que resultan de la fusión del símbolo del dólar y la esvástica nazi. Por la parte trasera, más pequeña, un segundo cartel ofrece el mensaje que la artista quería transmitir con su creación artística: cinco manos representan en lenguaje de signos la palabra “unidad”.

“Cuando me inspiré sabía que iba a generar mucho odio, pero nada que arriesgara mi vida”, ha confesado la artista, que no es la primera vez que se mete en berenjenales como estos, dado que en 2004 ya fijó su atención en George W. Bush con idénticos resultados. Su intención es firme, no dejarse amedrentar por las amenazas y dejar dicha valla en su lugar mientras dure el mandado del controvertido magnate.