Podría parecernos que sus dibujos provienen del mismísimo país del sol naciente, pero no, es marca made in Spain. Cartagenero de nacimiento y alicantino de adopción, Juan Castaño ha sabido aunar el manga con un estilo único, creando su propio sello. Una ilustración que el público es capaz de reconocer estén donde estén. Unos trabajos con toques infantiles que juegan con lo más adulto, Juan Castaño ha sabido adaptar el arte japonés (manga, anime, kawaii…), a unos trabajos en los que desde celebrities hasta las situaciones más morbosas han encontrado su sitio en una ilustración que, aparentemente infantil e inocente, esconde mucho más.
Porque nos gusta lo «infantil y grotesco», Malatinta hoy habla con Juan Castaño.
¿Quién es Juan Castaño?
Pues un aprendiz de ilustrador, que dibuja durante todos los días para recuperar las horas perdidas; aunque he dibujado desde que tengo uso de razón, es desde hace tres años, más o menos, cuando intento tomarme las cosas un poquito más en serio, y hacer de mi vocación, una profesión; mientras que llega el momento, me sigo peleando con mis alumnos en clase.
Este mes el fondo de Malatinta está realizado por ti, si alguien te preguntara qué querías reflejar en él, ¿qué le contestarías?
Pues en él está plasmado Juan Castaño en esencia, con unos ositos que de tiernos tienen solo la apariencia, y esa doble lectura que de todo en esta vida se puede hacer, con esto no quiero decir que yo tenga una doble cara (risas). Estoy seguro que cualquiera que conozca un poco mi trabajo le resultaría raro no ver ositos por algún lado…Y por encima de todas las cosas dibujar algo bonito, porque a mi me gusta dibujar cosas bonitas.
¿Te acuerdas de ese momento en el que te diste cuenta que lo tuyo era la ilustración?
Pues realmente no he sido consciente…Como ya he dicho, siempre he dibujado, pero un día decidí empezar hacerlo de una manera un poco más constante, experimentando con el mundo digital, y de repente llegó, me levantaba pensando que podía dibujar hoy, como podría hacer un elemento concreto etc…
¿Podríamos decir que has sido capaz de adaptar la ilustración infantil a un terreno adulto?
Creo que en todo lo que hago se respira un lado inocente (infantil?) y trato de conservarlo, si bien es cierto que mis “chicos” crecen, pienso que todo el que ve algo mío piensa en los dibujos que veíamos antes. Mas que el dibujo infantil, me gusta pensar que he llevado a mi terreno esos dibujos que tanto nos gustaban.
¿Cómo definirías tu estilo?
Para hablar de mi estilo, debo hablar de mis referentes, y obviamente la ilustración asiática (de cualquier época) es para mí fundamental, pero sobre todo el manga, anime y kawaii, sobre todo este último (básicamente son dibujos muy tiernos, dulces, adorables,…). También el color o la forma de aplicarlo, creo que también me definen bastante, mi paleta de colores es bastante reconocible…De hecho esas dos palabras, “mi estilo”, me han obsesionado bastante, el hacer algo que no se pierda en la masa, es decir hacer algo personal y reconocible, esto es algo que me cuestiono siempre al abordar un nuevo proyecto.
Como tu mismo nos cuentas, el Manga ha influido mucho en tu estilo de ilustración, pero… ¿Piensas que en España este tipo de ilustración ha influido a los artistas del momento? ó ¿la tenemos olvidada?
Yo creo que de manera general está muy olvidada… También es cierto que yo soy un recién llegado en todos los aspectos y a lo mejor me falta perspectiva y trayectoria para hacer este juicio…pero creo que los referentes son otros, o al menos a mí me lo parecen.
En todos tus trabajos podemos ver un personaje que no «falla»: El oso. ¿Por qué? ¿Qué dirías que significa para ti? ¿Tiene alguna connotación?
Podríamos estar un montón de horas hablando sobre lo que todo el mundo ha especulado con mis ositos, su significado en mi vida, lo que quiero representar, etc. La explicación es sencilla: Los animales «cute”, monos, adorables,…son un presente continuo en la ilustración kawaii, los ositos o los conejitos aparecen en infinidad de ilustraciones de este tipo, pero siempre con un aspecto cándido y dulce que poco tiene que ver con lo que normalmente hacen los míos. En las primeras ilustraciones que hice donde aparecía un osito, quise hacer un contrapunto entre unos personajes de apariencia adorable y muy tierna, en una situación, a priori, violenta para según qué público (por ejemplo un muchachito vestido con orejas de conejo y un suspensorio, que era azotado por un osito color turquesa, vestido de sadomasoquista); recuerdo perfectamente que cuando la gente lo vio me comentó que era un dibujo que, a pesar de lo que representaba, no le importaría tenerlo en el salón de su casa y que lo viera su abuela o su madre. Objetivo cumplido. Y desde entonces siguen siendo un elemento recurrente en mi trabajo.
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¿Vector o lápiz y papel?
¿Y por qué no los dos? No son excluyentes, de hecho yo no podría trabajar sin lápiz y papel, a pesar de que el acabado de mis dibujos es vectorial. Yo boceto en papel primero, las ideas, los personajes, y de ahí paso a trabar delante del ordenador, sobre mis dibujos y bocetos. Obviamente, la ilustración digital te permite “volver” a repintar cuando piensas que no es el color que estás buscando, o que tal como habías colocado antes a los personajes la composición estaba mejor…pero también te digo que yo tardo mucho más en hacer un dibujo delante del ordenador que a “a mano”, por mucho que la gente crea que al estar hecho a ordenador es “tocar un botoncito y ya”
Realizaste la portada de la edición especial de Las fieras, de Eduardo García, al igual que la portada de El conejo azul, del mismo autor. ¿Cómo abordas este tipo de trabajos?
Pues conocía a Eduardo de Facebook, y me lo propuso; me explicó la historia e intenté captar la esencia de la trama del libro en la ilustración. Normalmente cuando tengo un encargo de este tipo u otro (diseño de un tatuaje que me encanta hacerlos, un dibujo,…) procuro hablar mucho sobre el tema, que la persona se haga una imagen mental de lo que quiere y que me lo transmita para poder hacer realidad esa idea, boceto las veces que haga falta hasta dar con ella, pero normalmente la gente tiene las ideas muy claras, he tenido pocos encargos en los que me hayan dado libertad absoluta.
En enero pudimos ver en el Söda Bar de Alicante tu exposición La caza del oso, y en marzo en Madrid; ahora en mayo, Barcelona acoge un nuevo trabajo: Chicos. ¿Piensas que las galerías apoyan a los ilustradores o sólo son terreno de pintores y fotógrafos?
La ilustración creo que sigue siendo considerada por muchos como un arte de segunda. Si que es cierto que se están abriendo nuevos espacios que apuestan fuerte por la ilustración, pero creo que no tiene el reconocimiento que se merece dentro del mundo del arte y por muchos artistas incluso. Echo en falta quizás más oportunidades, pero las galerías a fin de cuentas son negocios, si alguien no tiene ya un nombre lo veo complicado, sobre todo, en estos tiempos que corren que todo el mundo va a lo seguro.
Si tu trabajo tuviera una banda sonora, ¿cuál sería?
Pues hay una canción en especial que asocio instintivamente a mi trabajo I follow rivers de Lykke Li, porque sonaba en mi primera exposición. En general me gusta mucho este tipo de música, pero si que es cierto que el pop del norte de Europa me engancha bastante (Robyn por ejemplo).
Ya queda menos para que podamos disfrutar de tu último comic y del libro de ilustración basado en tatuaje, ¿podrías adelantarnos algo?
Os adelanto que va lento, porque no puedo dedicarle todo el tiempo que quisiera y quiero hacer las cosas bien, para según qué cosas soy bastante perfeccionista. El cómic está un poco aparcado pero espero poder retomarlo en breve, en cuanto acabe las expos que tengo pendientes este mes. El libro de tatuaje es un proyecto que me hace muchísima ilusión porque es un mundo que me encanta; creo que no hay mayor reconocimiento para un trabajo que verlo en la piel de una persona. Quiero tenerlo preparado al acabar este año, en verano espero darle un empujón fuerte que es cuando tengo más tiempo libre.
¿Qué nos espera de Juan Castaño?
Pues para el 2014-2015 varias cosas, y espero que todas salgan bien. En septiembre vuelvo a Barcelona con La caza del oso. Para finales de este año hay una expo programada en Valencia también con la caza del oso, pero un proyecto muy especial que va más allá de la simple contemplación de las ilustraciones. Y ya de cara al 2015 voy a colaborar con un pintor español en un cuadro, pero no puedo decir nada todavía y tendré mi primera exposición individual en Bilbao, en el excepcional “espacio suberviola” que me hace muchísima ilusión.
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