Escultura en movimiento. Y no, no nos estamos refiriendo en la búsqueda del movimiento a través de un cuerpo estático intentando encontrar la postura y los juegos de luces y sombras que hacen posible que el mismo parezca real. Las esculturas del artista John Edmark se mueven de verdad al insertarlas sobre un mecanismo que hace posible el movimiento real de las mismas.
Estas esculturas animadas resultan un entretenido y divertido juego óptico cuando se ponen en funcionamiento. El artista las realiza previamente en diseño digital a través de un programa que permite su impresión posterior en formato 3D. Todas ellas presentan formas geométricas naturales que al ponerlas sobre el mecanismo adquieren unas proporciones muy diferentes a las originales. Sin embargo, no vale cualquier rotación para ponerlas en funcionamiento. El giro tiene que realizarse según el número pi por minuto.
El resultado es hipnotizador. Parece que el número pi está presente en la frecuencia de la mayoría de los movimientos de la naturaleza y Edmarks parece haber dado la vida a estos objetos inanimados a través de este postulado matemático.
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