Con una paleta de color reducida, pero muy característica, Jason Levesque, conocido como Aka stuntkid, nos presenta imágenes cuyos recuerdos al Art Nouveau respiran por cada uno de sus trazos. Experto ilustrador digital y amante del cómic, el manga y por supuesto de la ilustración más modernista, consigue crear obras oscuras que respiran creatividad.

«Cuando disparo a través de la lente de mi cámara, me imagino lo que veo como una ilustración»

Unos trabajos que, al conocer la historia de Levesque podría parecernos un tanto extraños, ya que como el mismo comenta, empezó a dibujar, gracias a su principal hobby: Playboy. Su enorme interés por la publicación le llevó a querer copiar cada una de las fotografías de las famosas conejitas, consiguiendo así, un enorme control de la anatomía femenina. Una pasión que poco a poco iría dejando de lado para centrarse en una ilustración más personal, autobiográfica y, por supuesto, oscura.

Un trabajo que comienza con una idea principal inspirada por «los libros de ciencia» que lee y que, gracias a su cámara Nikon D50, consigue hacer realidad: «Cuando disparo a través de la lente de mi cámara, me imagino lo que veo como una ilustración, en ocasiones, tengo que olvidarme del fondo de la fotografía». Un proceso, cuyo punto de partida es el shooting previo con la modelo y que ayuda a recrear la ilustración que tiene en mente, para más tarde, llevar a cabo el escaneo de la imagen y tratamiento de color y textura en Photoshop. Con un estilo único y, en ocasiones, «desagradable«, el color y femineidad de la modelo le sirven para contrarestar las partes negativas o repulsivas de la obra, como ocurre en los casos que usa babosas, gusanos o insectos.

Con dos libros publicados Girls Are Pretty (2006) y Pretty Gross (2009), cuyo proceso creativo se alargó durante dos años, se inició la idea de acercar sus ilustraciones a un público que no podía permitirse comprar más de una impresión, por lo que decidió agruparlas en dos volúmenes, para así venderlas a un módico precio.