Isabel Preysler tendrá su figura de cera en el Museo de cera de Madrid. Se comenta en los mentideros del cuore que la reina de corazones utilizará su réplica para posar por ella en los photocall y seguir cobrando su alto caché por acudir a las fiestas. Considera que nadie notará la diferencia y que ante ella se abre un negocio redondo, pero esto entra en la mera especulación y preferimos centrarnos ahora en la noticia en sí. Periodismo en estado puro.
El Museo de Cera de Madrid ha confirmado este lunes que Isabel Preysler tendrá en los próximos meses una gemela de cera. Se espera que la figura inerte, la de cera, se presente a principios del 2018 con la intención de situarla a la vera de la que ya existe de su actual pareja, el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Sí, aquel que renuncia a todo lo que tenga que ver con el mundo del corazón cuando no está posando sonriente para la revista ¡Hola! O respondiendo a las preguntas indiscretas de los periodistas en una fiesta de postín con otros personajes famosos y carne de papel cuché.
Isabel Preysler y la belleza mutable
Pronto, Isabel Preysler formará parte de la familia de este célebre museo, más popular por sus terroríficas reproducciones de famosos que por su buen hacer en la tarea que desarrolla con maestría el Museo Madame Tussaud de Londres. Así, la doña acudió “hace unos días, con su habitual elegancia y belleza” a posar para el equipo artístico del museo, quienes con mimo tomaron las medidas antropométricas de su rostro y su cuerpo para ser lo más fieles posibles a la realidad. Una realidad algo cambiante a golpe de bisturí, que podría echar por tierra el trabajo de todo un día realizando mediciones exactas de sus facciones.
Fuera de nuestras fronteras se la conoce ahora por ser la madre de Enrique Iglesias, aunque Isabel Preysler tuvo una época dorada también como esposa de Julio Iglesias. También por sus siguientes matrimonios con Carlos Falcó, marqués de Griñón; Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda en el gobierno de Felipe González; y ahora posiblemente de Mario Vargas Llosa, novelista y Premio Nobel, con el que prepara un nuevo casamiento.
Esta última relación la ha revalorizado de nuevo en las revistas del corazón, su principal fuente de ingresos, aunque no hay que infravalorar sus acciones publicitarias que la han granjeado títulos tan reseñables como “reina del baldosín” al frente de las campañas de Porcelanosa o “la anfitriona perfecta” al ofrecer Ferrerro Rocher a los invitados vip de sus fiestas en Villa Meona, la joya inmobiliaria que posee ni más ni menos que 13 cuartos de baño.
Aquí, algunas reacciones a la figura de cera de Isabel Preysler:
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