Podríamos decir que es una de las técnicas más desconocidas por el público y, en ocasiones, también por los artistas, coleccionistas y galeristas. El collage, venido del francés coller que significa pegar, como su propio nombre lo indica, consiste en unir elementos dispares para conformar una obra. Un trabajo «aparentemente sencillo» que lejos de esta afirmación sólo unos pocos han conseguido llevar a buen término. Hoy, os presentamos a uno de ellos.

Desde Argentina, Ignacio Rivas es una joven promesa del collage que un día lo dejó todo para conseguir su sueño: triunfar con el collage. Un trabajo lleno de color y fuerza que consigue hipnotizar al público haciendo que piensen más allá. Un trabajo conceptual que no da soluciones, sino que reta al espectador a sacar sus propias conclusiones. Porque nos gusta el collage, la creatividad y, sobre todo, pensar. Hoy, Malatinta habla con Ignacio Rivas.

Si alguien te preguntaras quién es Ignacio Rivas, ¿qué le contestarías?

Una persona más que necesita expresarse y que tuvo la suerte de hacerlo a través del arte.

El fondo de este mes lleva tu sello, ¿qué quisiste reflejar en él?

No quisiera limitar la imaginación de los lectores que verán el fondo. Me gusta que las cosas queden a la libre imaginación y que cada uno lo interprete a su gusto.

Te licenciaste en publicidad, pero decidiste que lo tuyo era el arte. Pasaste por el mundo de la fotografía, skate art, pintura, muralismo y ahora te embarcas  en el collage. ¿Qué te aporta el arte que no encuentras con la publicidad?

Creo que son dos mundos aparte. Estudié Publicidad para poder trabajar de eso, aunque hoy no me veo muy involucrado en el ambiente. Pero, por otro lado, encontré en el arte una manera de liberarme de las cosas que me afligen. Estudiar Publicidad me ayudó a comunicar y difundir mi obra de la mejor manera, así que, en cierto modo todo tiene relación.

Bocabajao - Ignacio Rivas
Bocabajao – Ignacio Rivas

¿Cómo definirías tu estilo?

La verdad, no sé si tengo un estilo marcado. Creo que hago cosas muy variadas y eso es lo que me mantiene creando hoy en día, sino sería medio aburrido.

¿Qué dirías del collage?

Es una técnica bastante profunda, más de lo que se cree. En mi caso, me ayudó a expresar cosas que no podía hacer con la pintura. Es súper entretenido y una vez que comienzas a hacer collage sientes que no puedes parar. Las posibilidades de creación son infinitas y me gusta la idea de resignificar un pedazo de papel de una revista antigua por ejemplo, en la que con otros recortes se consigue transformar en una obra de arte.

Como hemos hablado, tu trabajo se centra actualmente en el collage más tradicional. ¿Piensas que es una disciplina que cada vez más está en auge, o por el contrario, es desconocida?

Mi trabajo desde sus comienzos y actualmente se centra en el collage manual. Pero en el 2014 casi sin pensarlo, me introduje a realizar una serie de collage digital. Nunca me atrajo demasiado lo digital, sin embargo para esta ocasión, me ayudó a realizar una serie titulada ‘Salvador Magno’. Salvador fue un artista de la década del 30 y lo curioso, es que no hay nada de información acerca de su vida y obra, ni en libros, ni en internet . Solamente quedaron algunas de sus ilustraciones de vida silvestre en algunos libros. Y es así que tuve la suerte de adquirir algunas láminas y libros con sus obras, y me pareció una buena idea intervenir algunas de sus ilustraciones de pájaros y de alguna manera hacer justicia y revivir su obra en la actualidad.

¿Qué te inspira cuando te enfrentas a la hoja en blanco? ¿Sueles tener planificado el trabajo o te dejas llevar por la inspiración?

La inspiración viene sola, casi siempre a la tarde-noche. Tengo muchos folios con recortes que ya hice previamente  de revistas, libros etc. Mirarlos y recorrer esos recortes detenidamente me inspiran para crear el collage en ese momento. Si los miro y empiezo a “armar el rompecabezas” como me gusta decirle y no me dice nada, lo dejo de lado y me voy a hacer otra cosa. No me gusta forzar la situación, ya que creo que tiene que fluir solo.

¿Piensas que en Argentina el artista se siente reconocido y apoyado?

No creo. Sigue siendo un mundo cerrado y elitista. Si no tienes ciertos contactos, no entras. Yo no soy quién para juzgar, pero muchos artistas que son representados por galerías de “renombre” no me dicen nada. Todavía hay mucha ignorancia acá, la gente se come cualquier cosa que le vendan y no solo hablo del arte, hablo de casi todo. No hay discernimiento, no hay estudio, a veces no hay nada.

Como escribió Charles Bukowski … “pero están rancios, llenos de mugre. No hay la más mínima elevación. Ojos, orejas, piernas, voces, pero…nada. Se coagulan dentro de sí mismos, se engañan para ir tirando, fingiendo estar vivos”.

¿Algo sin lo que no puedas vivir?

Me voy a poner profundo y creo que algo sin lo que pueda vivir es la esperanza. Desde mis comienzos y a pesar de los pronósticos negativos con los que tuve que lidiar tanto económicos como de aliento, hice lo imposible para poder crecer gracias al arte. Y creo que lo estoy consiguiendo. La esperanza lo es todo, es el motor que me mueve hacia el próximo escalón, es lo que me permite poder seguir creciendo y creer que no todo está tan podrido a veces.

Si tu vida tuviera una banda sonora, ¿cuál sería?

Es una pregunta muy difícil, sobre todo, porque la música lo es todo para mi. No llevo una vida muy normal y muchos sucesos están atravesados por contrastes muy marcados. Así que creo que podría ser alguna pieza de música clásica, Beethoven, Mozart o algún otro compositor. En una pieza de música clásica se pasa por varios matices, desde la melodía sutil casi irreconocible por momentos hacia el “estallido musical”.

¿Estás trabajando en algún proyecto actualmente?

Sí, junto al fotógrafo Californiano Jim Goodrich. Jim se encargó de fotografiar la escena del skateboarding, durante la década de los 70 y en adelante. Retrató a figuras como Tony Alva, Steve Caballero, Neil Blender, Stacy Peralta, Dave Hackett, Rodney Mullen, Mike McGill, Doug Saladino, Mark Gonzales, Eddie Elguera y muchos más. Entablamos buena relación con Jim desde que le hice una entrevista para una revista. Tras conocernos, en el 2014 le propuse hacer una intervención con sus fotos mediante la técnica de collage manual y le encantó la idea. La serie ya está finalizada y será expuesta junto a las fotografías originales de Jim en Buenos Aires.

¿Cómo cerrarías ésta entrevista?

Hay que ser agradecido en la vida. Así que, Gracias a Malatinta por la oportunidad de este post. A mi familia, a mis amigos y a los que me bancaron desde un comienzo y lo hacen ahora. Siento que el camino recién empieza y tengo mucho por recorrer, y nada mejor que hacerlo rodeado de personas que realmente valgan la pena.