Vivimos en un tiempo en el que un gato nos conmueve más que una persona. Incluso más aún que una estrella de Hollywood, que con tanto Botox cada vez tienen más mermada su capacidad para cautivarnos. ¿Os acordáis cómo nos sentíamos identificados con Bridget Jones? Ahora, con la parálisis facial de Renée Zellweger, sería complicado creernos dicho personaje, que amasó una gran fortuna enamorándonos con sus imperfecciones. Dista mucho de nuestro felino favorito, que no gasta imperfecciones y tampoco Botox, pero que ha logrado desbancar a muchas estrellas del celuloide como los mejor pagados del momento.

Sí. Como lo oyen. Entre los que más dinero cobran por su cara bonita destaca la presencia de un minino con cara de pocos amigos. De hecho, ahí reside su triunfo. En su gesto de indiferencia cuando su dueña, que ahora cuenta el dinero en millones en vez de en céntimos como el común de los mortales, le fotografiaba para el deleite de sus amigos de Facebook.

giphy

Poco a poco, la popularidad de Tardar Sauce, como así se llama el gatito que ha saltado a la fama bajo el sobrenombre de Grumpy Cat, ha crecido como la espuma. Según ha cifrado recientemente el diario The Telegraph, esta mascota tan especial ha generado a su ama un montante de 100 millones de dólares en tan sólo dos años. Una cifra muy superior a la que tienen acceso ahora actores de la talla de Tom Cruise, Cameron Díaz o futbolistas como Ronaldo. Por no citar la gran mayoría de famosos de nuestro país.

tumblr_meoeqxtwiz1r4xjo2o1_500Pero su éxito no sólo reside en su cuenta corriente. También en la de Facebook. Tiene ya más de siete millones de seguidores en esta red social, cerca de 521.000 en Instagram y 255.000 en Twitter. Manejando estas cifras… ¿Quién trabajaría? Su dueña, Tabatha Bundesen, lo tiene claro: “Yo, ni de coña”. Ha reconocido públicamente que ahora vive exclusivamente de las ganancias astronómicas que le revierte su fiel compañero: “Tuve la oportunidad de dejar mi trabajo como camarera a los pocos días de su aparición en las redes sociales. El teléfono no ha dejado de sonar desde entonces”. Ahora, si es eso cierto de que los gatos tienen siete vidas, esta joven estadounidense tiene más que asegurado su porvenir a base de sacar provecho a las ‘malas pulgas’ de su gato, que ha conquistado a propios y extraños.

La cifra de los 100 millones de dólares no se ha calculado a la ligera. Su agente –sí, el gato tiene agente propio que maneja sus contratos publicitarios y se asegura de que su fortuna no se malgaste con ratones de campo–, enumeró sus ingresos en una entrevista concedida a The Hollywood Reporter y subrayó que Grumpy Cat tiene libros editados con su cara (Grumpy Cat: A Grumpy Book y The Grumpy Guide to Life: Observations by Grumpy Cat) y ha realizado numerosas apariciones en el cine y la televisión, así como ser portada de diversas revistas. Incluso tiene su propia marca de café helado, Grumppuccino, a la vez que ofrece su imagen para la marca de alimento para gatos Friskies.

Con ese currículo, no es de extrañar que las estrellas de Hollywood estén de uñas, ya que ven peligrar sus puestos como reclamo publicitario. Pero en breve tendrán más motivos para no pegar ojo por las noches, ya que se acaba de confirmar que el minino dará en breve el salto al cine protagonizando su propia película cómica. En Hollywood ya se barajan despidos y quizá por eso Renée Zellweger ha transformado de tal forma su rostro para asemejarse a su ídolo: Grumpy Cat.