Te preguntarás porqué los gatos caen de pié, ¿a qué se debe que los felinos tengan esa capacidad de poder darse la vuelta en el aire?

Pues todo ello es debido a un perfeccionado sistema de cinco tubos, rellenos de líquido y alojados en el interior de los oídos del gato. Los conductos están cubiertos de finos pelos en su interior, y estos vellos metidos en el líquido detectan cualquier giro o movimiento extraño en el gato. La disposición de esta capa peluda en el interior de los oídos ofrece una valiosa información al resto del cuerpo del animal en caso de caída libre. Y en cuestión de décimas de segundos, traslada a cabeza, tronco y patas cuál es la posición correcta para amortiguar el golpe de la mejor forma posible, es decir, con un aterrizaje sobre las cuatro patas. A esto se añade su maravillosa agilidad.

¿Qué opinas de esta extraña habilidad gatuna?