Refrescante, ligera, sana y apetitosa son los principales atractivos de esta creación culinaria centenaria y que pervive en el tiempo gracias a su versatilidad y sencillez características. Las ensaladas se convierten en el plato estrella de la época estival en la que los rayos de sol conviven a la perfección con un placer gastronómico cuyo verdor es el protagonista.
Su descripción es tan sencilla como suele serlo su elaboración: la ensalada es una mezcla de hortalizas cortadas y aderezadas. Sin embargo, esta sencillez ha perdurado durante siglos – ya que habla de que su popularidad se remonta a la Roma antigua- la ensalada ha sabido adaptarse a los tiempos y ha aprendido a reinventarse en estos tiempos actuales de búsqueda de deleite culinario.
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Lechuga, tomate, cebolla, aceite de oliva, vinagre de vino blanco y sal son sus ingredientes básicos, pero, prueba de su carácter y su espíritu de supervivencia, ha sabido reinterpretarse y readaptarse a una actualidad rica en gastronomía con la aportación de una gran diversidad de creaciones.
Campera, César, griega, malagueña o rusa… muchas son las adaptaciones internacionales e históricas que la van dando forma. La influencia oriental en la cocina ha asentado firmemente las algas como ingredientes para ensaladas en nuestro país. En cuanto a la cocina japonesa, también en pleno auge, son dos los ‘clásicos platos aliñados japoneses’: aemono, con verduras o mariscos aliñada con salsa de soja y vinagre; y sunomono que hace alusión a un ingrediente aderezado con vinagre, ya sea pepino, alga wakame o cualquier otra aportación.
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Digna mención merece también el tabulé o tabbouleh, una ensalada de origen árabe cada vez más en auge dados sus altos nutrientes y bajas calorías. Trigo bulgur, hierbas aromáticas, cebolletas, perejil y zumo de limón son los ingredientes de esta receta conocida comúnmente como ensalada libanesa que se utiliza como acompañamiento. Como curiosidad, hace algunos años, este plato ayudó al famoso chef libanés Ramzi Choueiry a ganar un récord Guinnes en Beirut al realizar una gigante tabulé. En ocasiones el bulgur es sustituido por cuscús en sus diversas y experimentadas manifestaciones, como el tabulé de cuscus de coliflor, de nuevo una creación del genio Ferrán Adriá.
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Y es que este chef experto en gastronomía molecular suele estar presente siempre en cada innovadora propuesta que se precie en el mundo culinario. Su ensalada de naranja o la realizada con mango y calamar por su hermano Albert son sólo algunas muestras de que el ‘savoir faire’ de los grandes chef también puede estar presente en un plato que a simple vista puede derrochar una aparente extrema sencillez. Dani Garcia y su ensalada de bacalao, patata, naranja y aceitunas negras con vinagreta de cítricos son otra buena muestra de ello.
Martin Berasategui por su parte propone aportar txangurro –centollo- a las ensaladas para ofrecer un toque y paladar especial mientras que El Celler de Can Roca hacía la boca agua con su ensalada verde con aguacate, pepino, ‘chartreuse’, rúcula, lima, oxalis, berro, pimpinela, sorbete de oliva y aceite de oliva; así como su ensalada realizada con anémonas, navajas, espardeñas y algas escabechadas.
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Con garbanzos, en pan de pita, con quinoa, queso parmesano o bien manzanas, frutos secos y apio –ensalada Waldorf-, pastas, mayonesa… cualquier ingrediente tiene cabida en las ensaladas, y puesto que el verano es la época ideal para su explosión de sabor, su riqueza y nutrientes y su facilidad para ayudarnos de cara a la ‘Operación Bikini?, te invitamos a dar rienda suelta a la creatividad e innovación veraniegas para crear tu propia obra de arte culinaria. ¿Te hace una ensalada?
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