Guillermo del Toro ha sido el gran triunfador de los Premios Oscar 2018, gracias a su película ‘La forma del agua’. Sin embargo, el cineasta mexicano no ha hecho el suficiente ruido como para acallar el grito de guerra de Frances McDormand. La actriz estadounidense de 60 años ha sido premiada a la Mejor Interpretación femenina por su papel en ‘Tres anuncios en las afueras’. Esta cinta le ha dado la oportunidad de subirse al escenario del Teatro Dolby de Los Ángeles para declararle la guerra al régimen machista y misógino hollywoodiense.

“Estoy hiperventilando un poco, si me caigo recójanme, porque tengo cosas que decir”, decía Frances McDormand a modo de gracia. Sin embargo, ya dejaba clara su intención de poner las cosas claras a algunos hombres que han aprovechado su posición de poder para obtener favores sexuales del sector femenino de la industria del cine. Tristemente esto no solo se reduce a Hollywood, sino que los escándalos sexuales se han propagado como si de un virus se tratase por cada país.

Pero Frances McDormand promete cambiar todo esto. Tras colocar el Premio Oscar en el suelo, pidió a las nominadas en todas las categorías que se pusieran en pie: “Miren alrededor, damas y caballeros, porque todas tenemos historias que contar, proyectos que financiar. No nos hablen en las fiestas esta noche. Invítennos a sus oficinas en un par de días, o pueden venir a las nuestras, lo que les funcione mejor, y hablaremos de ellas”, sentenció la intérprete.

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Después, mientras el mundo entero aplaudía el discurso feminista de Frances McDormand que invitaba a los productores a no acercarse a ellas en las fiestas y a proponerles trabajos en las oficinas y no en habitaciones de un hotel.

Frances McDormand y el Oscar robado

Frances McDormand se llevó el Premio Oscar más merecido de la noche, al menos así piensan muchos después de su speech. Eso sí, le duró poco en sus manos. Nada más terminar la gala, la actriz se marchó a la post party del Gobernador, la fiesta oficial de la Academia de Hollywood, para celebrar por todo lo alto su triunfo.

A las pocas horas se percató de que su estatuilla, que ya llevaba su nombre grabado, había desaparecido. La actriz no pudo contener las lágrimas y su marido, el cineasta Joel Coen, revisó sin éxito todas las estancias de las dos plantas que ocupaba el local. Varios testigos aseguran haber visto a un hombre afroamericano de mediana edad con él en las manos.

Después de horas de desesperación, el representante de Frances McDormand ha confirmado que el ladrón ha sido detenido y que “Fran y el Oscar están felizmente reunidos y disfrutando de una hamburguesa de In-N-Out”.