La armonía cromática y la belleza escalonada de sus formas son la clave fundamental de sus obras. Fotógrafo y director de arte residente en París, Florent Tanet es experto en convertir los elementos más cotidianos en piezas que conforman una nueva estructura totalmente novedosa y original y descubrir una nueva perspectiva en los objetos y alimentos más habituales.

Este fotógrafo, diseñador gráfico y experto en artes visuales y en moda es capaz de modificar nuestra percepción y hacer que dejemos de contemplar simples retazos de manzanas, peras y naranjas que se difuminan para dejar crecer una escultura que reivindica una entidad propia.

Sus bodegones minimalistas están compuestos de patrones originales que este artista distribuye bajo un equilibrado orden tamizado por fondos suaves de color pastel. Frutas, verduras y hortalizas se entremezclan con colores, escalas y formas para crear nuevas y creativas composiciones.

Este artista licenciado por el  Ecole Supérieure des Arts Appliqués Duperré de Paris, ciudad en la que reside y da rienda suelta a su creatividad, ofrece un carácter multidisciplinar en sus obras ya que se ha situado en ese punto de inflexión intermedio y perfecto del arte, la escultura, el diseño gráfico y la fotografía.

Gradientes de colores, estructuras contrapuestas, la fusión  perfecta entre simetría, escala y y geometría hechas fotografía… sus composiciones invitan a degusta un ordenado caos.

Sus trabajos, no siempre protagonizados por elementos gastronómicos, se reparten entre un sinfín de publicaciones y revistas entre los que destacan nombres como New Yorker, M Le Monde, Libération, Wired, Citizen K o Les Echos y reconocidas marcas como clientes.Una de sus series más conocidas, ‘A Colorful Winter‘, fue expuesta en La Grande Epicerie, el establecimiento de lujo de los famosos almacenes parisinos Le Bon Marché.

Bajo el título ‘Molecular‘, ofrece una curiosa serie de fotografías que ha elaborado como trabajo personal, en la que muestra diversas estructuras marcadas por el equilibrio, la armonía y, de nuevo, el color.

De sus obras se desprende no sólo libertad y huida de la realidad sino también diversión y una original cotidianidad.