Aunque la pasión por el futbol recorra por sus venas, lo cierto es que la inspiración artística ha sido más decisiva en la vida del joven Paulo J. Futre, hijo del mítico jugador del Atlético del Madrid. A sus 24 años, ha conseguido ganarse un hueco en el complicado mundo del arte gracias a sus estudios en biotecnología. No es que tenga esto mucho que ver con la concepción clásica del arte, pero ahí reside su novedad, Futre ha conseguido aunar su pasión por la mecánica de los seres vivos y sus buenas dotes con los pinceles en la serie, Liquid mirror paintings, que ya está cosechando muy buenas críticas.
Esta nueva técnica ha sido registrada por el hijo del aplaudido futbolista rojiblanco. Tras más de dos años investigando las propiedades de los diversos materiales que emplea para dar forma a sus creaciones, el resultado ha sido recibido con buenos ojos por aquellos que han visitado sus exposiciones. De hecho, logró presentar sus obras junto a artistas de renombre como Luis Gordillo, cuya obra puede verse en galerías de cualquier punto del globo, además de ocupar las paredes de salas como Adora Calvo en Salamanca o el Museo de Cáceres, como así recogía la revista GQ con quien Futre tuvo oportunidad de hablar.
El procedimiento al que somete la plata para que refleje como si de un espejo se tratase es simple. O al menos así lo explicaba el propio Paulo J. Futre: “Formalmente hablando es un procedimiento de plata que, aplicado en estado líquido como si fuese pintura, hace que el dibujo refleje como un espejo”. Sea como fue, lo cierto es que no podría haber acertado más con su propuesta, a juzgar por la buena aceptación que ha tenido su colección Liquid mirror paintings, tan sólo tres años después de salir del grado de Diseño y tras matricularse en la carrera de Bellas Artes por la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid.
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¿Pero cómo un hijo de un futbolista ha conseguido hacerse valer en el mundo del arte? Lo cierto es que Futre descartó calzarse las botas de tacos desde bien pequeño: “Soy la oveja negra de la familia”, aseguraba en la entrevista concedida a la citada publicación y en la que también explicaba que cuando jugaba al fútbol con sus amigos “siempre jugaba de portero, de pequeño era un niño gordito y tapaba mucho la portería”, bromeaba. Una vez que tuvo claro que el esférico no era de su interés, comenzó sus estudios en biotecnología en 2007, para más tarde centrarse con acierto en su faceta artística. Y es que quizá el mundo del fútbol se haya perdido una nueva promesa del Vicente Calderón –se confiesa rojiblanco como su padre-, pero el arte contemporáneo ha ganado un nuevo referente español.
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