De sus obras fluye incomodidad, equilibrio y belleza al mismo tiempo. Erwan Frotin explora y retuerce el universo estético en sus fotografías. Este artista franco-suizo ofrece en sus serie ‘Sketch’ extrañas imágenes elaboradas con elementos gastronómicos en los que técnica y estética se comprenden y completan mutuamente a la perfección.
Graduado en la prestigiosa escuela de arte ECAL de Lausana en Suiza y galardonado con el premio de fotografía en el Festival de Hyères en 2002, este fotógrafo se ha propuesto renovar los géneros fotográficos y exaltar la diversidad del mundo natural a través de oníricas esculturas y sugerentes formas comestibles.
Diversas salas y entidades de Europa y América del Norte han sido testigos y han mostrado su original enfoque sobre la naturaleza. Todo tipo de organismos, plantas, animales, alimentos y minerales interactúan se complican, se liberan y se acomodan en novedosas posturas y siluetas en sus obras.
Elegante y extraña a la vez, su obra es muestra de un gran ingenio visual que homenajea a la belleza efímera de la naturaleza, a la que aporta un particular frescura y un característico tono surrealista.
Frotin propone una nueva catalogación de las especies, una visión moderna de la naturaleza muerta bajo una gran viveza cromática y desde la fusión de elementos orgánicos e inorgánicos cuya fusión y recomposición conforma otro elemento totalmente diferente.
A medio camino entre la escultura y la fotografía Frotin ‘dibuja’ un universo fantástico sumamente real en sus instantáneas, como muestran sus series ‘Défi fantastique’ que capturan intrincadas formas llenas de colorido o la denominada ‘Flora Olbiensis’ cuyas protagonistas son curiosas flores y plantas dignas de habitar en otro planeta.
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